Las víctimas de violencia de género en Salamanca no sufren las consecuencias derivadas del maltrato que han sufrido de sus parejas o exparejas, sino que además encuentran numerosas dificultades para lograr trabajos, fuera de los clásicos empleos temporales y donde la precariedad es la normal. Durante la mañana de este miércoles, los sindicatos salmantinos de UGT y CCOO han dado a conocer, a tenor del próximo 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, que en 2020 las empresas salmantinas solo han firmado dos contratos bonificados a mujeres reconocidas como víctimas de violencia de género.
Raquel Roncero, encargada de la parcela Mujer y Políticas de Igualdad de CCOO Salamanca, señaló que no hay una explicación clara sobre por qué las empresas de la provincia son reacias a sumar más empleadas con esta categoría “toda vez que se trata de un contrato bonificado” y que no le supone un mayor gasto de personal.
Los datos de los seis años muestran una tendencia preocupante, puesto que cada vez son menos los acuerdos laborales con mujeres que han sufrido la lacra de la violencia machista, aunque esta cifra no haya disminuido acorde a la merma en el número de contratos: en 2016, las empresas charras firmaron nueve contratos con esta categoría, ocho en 2017, 10 en 2018, ocho en 2019 y tan solo dos el curso pasado.
Irene Fernández, secretaria general de FeSMC-UGT, apuntó durante la rueda de prensa que desde las agrupaciones sindicales se debe presionar y colaborar con las empresas para que elaboren y ejecuten planes de igualdad que permitan “tomar medidas para que este tipo de desajustes se puedan ir eliminando”.
Asimismo, en relación con las excedencias laborales que se conceden en la provincia, las cuales son solicitadas en un 90% por salmantinas, la Raque Roncero explicó que esto se debe a que “tradicionalmente los cuidados han correspondido a las mujeres, una muestra más de que todavía vivimos en una sociedad machista”. Asimismo, la responsable de CCOO afirma que “en la mayoría de los casos la excedencia es solicitada por el miembro de la pareja que menos cobra, que en la mayoría de las ocasiones es la mujer, que suele ocupar empleos más precarios en lo relativo al sueldo y las horas”.
Vivir confinada con tu agresor
Comisiones Obreras y UGT Salamanca se concentrarán durante la mañana del jueves frente a sus sedes para mostrar su repulsa contra la violencia de género y su apoyo a las víctimas.
Desde que hay registros (año 2003), en Castilla y León han sido asesinadas 55 mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Desde el 1 de enero de 2021 la región ha registrado tres mujeres muertes como consecuencia de la violencia de género, dejando a tres menores en situación de orfandad. Desde 2013 los niños que se han quedado huérfanos ascienden a 21.
La pandemia ha sido un freno en las denuncias de violencia de género, pero no una disminución en los casos, según precisa Irene Fernández, responsable del área en UGT. Las denuncias por VioGen en Salamanca han seguido esta evolución en los últimos cinco años: 666 en 2017, 655 en 2018, 508 en 2019, 432 en 2020 y 161 en el primer semestre de 2021.
El análisis que extraen los expertos sobre esta profunda disminución desde la llegada del coronavirus es que “muchas mujeres, atenazadas por el miedo de vivir encerradas con su agresor, no tuvieron posibilidad de denunciar la situación en la que vivían durante los meses de confinamiento”. Prueba de ello es que 98 días después de que finalizara en encierro en los domicilios, “las llamadas al 016 aumentaron un 30%”, explica Irene Sánchez.
En Salamanca, desde el 2016 cinco mujeres han sido asesinadas por su parejas o exparejas, dejando dos menores huérfanos.