El catedrático de Biología Celular de la Universidad de Salamanca, José Ramón Alonso, es también un importante investigador y divulgador en diferentes publicaciones tanto académicas como periodísticas sobre ciencia e historia.
En estos días, el profesor Alonso ha publicado en The Conversation —revista digital que recoge noticias y análisis escritos por la comunidad académica e investigadora y va dirigida directamente a la sociedad— un artículo sobre el MMS, una sustancia tóxica que se ha puesto lamentablemente muy de moda en estos días de pandemia de Covid-19 y que, alerta el científico, es "una sustancia tóxica y un negocio que no cura el coronavirus".
Justamente también en estos días, en redes sociales y algunas cadenas de WhatsApp se han hecho populares unos cuantos vídeos de Andreas Kalcker y de Josep Pàmies, donde se recomienda el uso del MMS, la "Miracle Mineral Solution", para curar el Covid-19 además de muchísimas otras enfermedades muy graves
"MMS son las siglas de "Miracle Mineral Solution" o "Miracle Mineral Supplement"; es decir, una solución "milagrosa" de minerales, o un suplemento igualmente "milagroso" también de minerales (...) en realidad, el MMS es una potente sustancia química que se transforma en lejía industrial cuando se mezcla con un ácido según las instrucciones del paquete. Si no se hace este tratamiento previo, los ácidos del estómago harán el mismo efecto. Es una sustancia tóxica y peligrosa", advierte José Ramón Alonso en su publicación.
Según el catedrático de la Universidad de Salamanca, el MMS es una solución al 28% de clorito sódico en agua destilada. Es una sustancia muy oxidante con base en cloro, que es la definición de “lejía”. "No hay que confundir el clorito sódico, que es el MMS, con el cloruro sódico, que es la sal común. Los vendedores dicen que el producto debe mezclarse con un ácido, como por ejemplo el ácido cítrico que contiene el jugo de limón, antes de beberlo. Al mezclar la solución de clorito con el ácido se produce dióxido de cloro (ClO2)", cuenta.
Alonso advierte que beber la cantidad indicada por los vendedores en las etiquetas del MMS puede causar náuseas, vómitos, dolores de estómago, diarrea, irritación en los ojos, fallo renal, hemólisis, problemas respiratorios o síntomas de una deshidratación grave que puede llevar a una hipotensión mortal.
Además, tal y como recoge Redacción Médica, el MMS es un producto cuya venta está permitida sólo como desinfectante y, de hecho, el Ministerio de Sanidad interpuso una denuncia ante la Fiscalía general del Estado en octubre de 2018 para todo aquel que lo promoviera con fines sanitarios o curativos. Se encuentra ilegalizado para su consumo desde 2010, aunque a Pàmies no parece importarle.
La hidroxicloroquina
También existen mensajes que se han viralizado en estos días que afirman que la hidroxicloroquina (HCQ) ayuda a eliminar el coronavirus Covid-19 y a aliviar los síntomas de los pacientes. Incluso, según CNN, lo promocionó Donald Trump.
Según recoge la Agencia Española del Medicamento, actualmente ningún ensayo clínico controlado y aleatorizado ha demostrado la eficacia de la hidroxicloroquina para el tratamiento de pacientes con Covid-19
"No obstante, aunque los datos son limitados, cloroquina/hidroxicloroquina constituyen un potencial tratamiento para Covid-19 y se están utilizando en la práctica clínica de forma extensa en estos pacientes, a dosis superiores a las recomendadas en sus indicaciones autorizadas y frecuentemente en asociación con azitromicina (...) Estos medicamentos pueden ocasionar trastornos del ritmo cardíaco", indica la Agencia.