La campaña de vacunación contra la COVID-19 es “un hito histórico”, según Verónica Casado, y el próximo 27 de diciembre comenzará a desarrollarse en Salamanca. Eso sí, siempre y cuando las dosis lleguen a España el 26 de diciembre, como les ha asegurado el Ministerio de Sanidad.
La vacuna de Pfizer será la que llegará en esta primera oleada, esta “cuenta con ciertas peculiaridades en cuanto a su conservación, que hace que sea más compleja su implantación que otras, como puede ser la de la gripe”, según ha informado Verónica Casado en rueda de prensa. Esta vacuna se debe conservar entre 70 y 80 grados bajo cero, se distribuye en viales multidosis de cinco y en bandejas de 195 viales. “Se precisa una perfecta organización, planificación y logística para aprovechar al máximo y no tener pérdidas de ninguna dosis”.
Las reacciones adversas son similares a los descritos para la vacuna de la gripe y remiten con medidas sencillas o medicación habitual
Uno de los principales miedos o preocupaciones de la población en general con la vacuna de la COVID-19 son los efectos adversos; unos que según la propia consejera están dentro de la normalidad. “Las principales reacciones adversas son locales, tales como fatigas, cefalea, dolores musculares, escalofríos, dolores articulares y fiebre. Son efectos similares a los descritos para la vacuna de la gripe y remiten con medidas sencillas o medicación habitual”, ha resumido la consejera de Sanidad.
Para este primer mes, llegarán algo más de 126 mil dosis a nuestra Comunidad, para lo que se tiene que poner en marcha “una amplia logística. Por ello, a los nueve puntos de recepción -situados en cada una de las provincias de Castilla y León- llegarán nueve ultracongeladores, así como los equipos de protección precisos para que los profesionales puedan manipular los viales a muy baja temperatura”
Según ha afirmado Casado, también se deberán imponer importantes medidas de seguridad, tanto para problemas externos que puedan afectar a la conservación de las dosis, como a situaciones internas que tengan que ver con mantener a la temperatura adecuada los viales.
Eso sí, la consejera ha asegurado que “los ultracongeladores son útiles, pero no indispensables; puesto que también se pueden conservar los viales con hielo seco de una manera óptima, por eso, se han comprado suficientes cantidades por si los ultracongeladores tuvieran problemas”
Así mismo, Verónica Casado, ha adelantado que se han adquirido diferentes materiales necesarios, tales como informáticos o logísticos, para preparar y distribuir las vacunas en cantidades más que suficientes para esta primera fase.
Una primera fase para vacunar en las residencias y a personal sanitario
Un total de 20 enfermeras, distribuidas en diferentes grupos, serán las encargadas de administrar las dosis de vacunación. Como anunció este medio el domingo, trabajarán repartidas al 50 por ciento en turnos de mañana y tarde y habrá diferentes equipos trabajando de forma simultánea.
Como ejemplo, dentro de los equipos de cuatro personas, una enfermera será la encargada de preparar la dilución; otra cargará las cinco dosis que forman cada vial en las jeringuillas; la tercera será la que administrará las vacunas; y, por último, otra enfermera registrará los datos en el sistema Medora de Sanidad. Además, habrá un médico asignado para la vacunación en cada residencia.
En el plan de vacunación que maneja la Junta de Castilla y León están contempladas 173 residencias, viviendas tuteladas y centros de día en la provincia de Salamanca, de los que casi cincuenta se encuentran en la capital.
Estos serán los primeros centros en recibir las dosis en la primera fase y serán vacunados todos aquellos residentes que hayan firmado por escrito su consentimiento. Hayan pasado o no la enfermedad. Del mismo modo, también serán vacunados los trabajadores sociosanitarios, los profesionales de Atención Primaria y de hospital que estén en primera línea frente a la COVID-19.
El tercer grupo que recibirá la vacuna en esta primera fase será el resto de personal sanitario, tanto del ámbito público como del privado, y personas que sean grandes dependientes.
No obstante, la propia Casado ha advertido que en esta primera fase no serán vacunados aquellos profesionales sanitarios que ya hayan estado contagios por la enfermedad.
Un proceso de vacunación en residencias con tres ‘oleadas’
El proceso de vacunación en residencias y centros sociosanitarios de Salamanca, así como del resto de Castilla y León, se realizarán en tres fases, puesto que la administración de la vacuna se debe hacer en dos dosis.
En la primera, se vacunará a todos aquellos solicitantes, que tienen que haber firmado su consentimiento y deben tener una cita previa. En la segunda, se pondrá la dosis a aquellos que ya fueron vacunados en la primera visita, y se vacunará a las personas que por diferentes motivos no hubieran recibido la vacuna. La tercera visita se centrará en administrar la segunda dosis a aquellas personas que solo hayan recibido la primera en las otras dos visitas.
En siguientes fases se vacunará a otros grupos poblacionales: así, por ejemplo en la segunda fase se contempla la vacunación de personas no institucionalizadas mayores de 70 años, de personas mayores de 50 años con factores de riesgo, menores de 50 años con factores de riesgo, personal docente de primera línea, embarazadas y personal de instituciones penitenciarias; para la fase III se ha indicado la vacunación del resto del personal esencial y docente, de personas de entre 40 y 59 años y del resto de población adulta.
Preocupa la nueva cepa de Reino Unido, aunque no afecta ni a la vacuna ni a la forma de detección del virus
A parte de hablar de la campaña de vacunación contra la COVID-19, la consejera también ha tenido tiempo para comentar otros temas de actualidad como la nueva cepa que ha aparecido en Reino Unido.
Algo, que preocupa a la consejera, pero que no afecta ni a la vacunación ni para el sistema de detección del virus que se venía realizando hasta ahora (PCR, antígenos de segunda generación…)
“Tenemos poca información sobre esta nueva variante del virus. Este descubrimiento precisa que valoremos si hay que aplicar nuevas restricciones. Tenemos que saber si está circulando”, ha concluido Verónica Caso, consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León.