Pero no te dejes engañar, muchos de ellos no son del todo ciertos o son directamente falsos. Te contamos cuáles son y las mejores alternativas para que la Operación Polvorón no se convierta en un auténtico suplicio de la mano de los expertos de Bendita Locura Coffee & Dreams.
- Beber dos litros de agua al día. FALSO. Sí, has leído bien. No es necesario beber tal cantidad de agua ya que nuestro nivel de hidratación depende de múltiples factores como la actividad física, si somos o no fumadores o nuestra alimentación. No debemos obsesionarnos aunque sí es imprescindible mantener un nivel óptimo de hidratación que puede conseguirse no solo con agua sino también con sopas, frutas y especialmente con infusiones. "En este sentido, el té matcha por ejemplo, es un gran coadyudante ya que tiene propiedades termogénicas, es decir, promueve la oxidación de las grasas y, por tanto, potencia el consumo de energía desprendiendo mayor calor corporal. Por si fuera poco tiene un efecto regulador del apetito gracias a su capacidad para controlar el azúcar en sangre y, por tanto, evitando comer compulsivamente", nos señala David Monzón de Bendita Locura Coffee & Dreams.
- Comer cinco veces al día acelera el metabolismo. FALSO. El gasto metabólico de la digestión de una comida es insignificante respeto al valor total. Sin embargo, sí es cierto que si comemos algo entre horas y en poca cantidad es más fácil controlar la ansiedad y evitará que nos demos un atracón cuando lleguen las comidas importantes.
- Evitar las grasas o los hidratos nos ayuda a adelgazar. VERDADERO pero falso. ¿Cómo se explica esto? Pues muy fácil. Está demostrado que las dietas que suprimen algún grupo de alimentos como los hidratos de carbono o las grasas hacen que perdamos kilos rápidamente, pero no es menos cierto que son hábitos muy difíciles de seguir incluso a corto plazo y que tienen un efecto rebote aún mayor que otro tipo de dietas basadas en la combinación de alimentación equilibrada y ejercicio.
- Nada de comer fuera de casa. FALSO. Encerrarse en casa haciendo penitencia de ayuno es una de las mejores maneras de arruinar la dieta. Dejar de lado nuestra vida social no es la solución, lo mejor en este caso es salir y disfrutar siempre siendo conscientes de lo que comemos. Procura elegir restaurantes con una carta variada que te ofrezcan posibilidades y alternativas que se adapten a los gustos y necesidades de todos los comensales.