El estado de alarma que el Gobierno decretó por segunda vez hace seis meses decae a las 00:00 horas de este domingo, 8 de mayo y, con su finalización, se abre una nueva fase de la lucha contra la pandemia, que deja la gestión de las medidas en manos de las comunidades autónomas y de los tribunales, y supone el inicio de un conflicto por la restricción de derechos fundamentales.
Desde que dio inicio la crisis del coronavirus en marzo de 2020, España ha vivido bajo la vigencia de este instrumento excepcional casi diez meses. Ahora, la posible injerencia de las CCAA en los derechos fundamentales, si mantienen medidas como los cierres perimetrales o toques de queda, será el gran caballo de batalla, ya que tendrán que ser refrendadas por los tribunales.
Desde este domingo Salamanca ya no tiene toque de queda. Castilla y León fija el horario de cierre de la hostelería a las 00:00 horas y tampoco existe ya el confinamiento perimetral de la Comunidad, donde además se clausurará el interior de bares en localidades con incidencias superiores a 150 casos por 100.000 habitantes.
Así pues, desde los primeros segundos de esta jornada dominical, con el fin del estado de alarma, se ha podido ver a numerosos salmantinos por las calles de la ciudad, que han decidido salir en una noche con temperaturas muy suaves, fruto de la jornada de calor vivida este sábado en toda la provincia.
De hecho, se han escuchado algunos gritos de celebración en calles del centro e incluso lanzamientos esporádicos de cohetes. Grupos de jóvenes, que se habían metido en casa a las 22:00 horas, han comenzado a salir y a caminar hacia el centro de la ciudad en los primeros minutos tras el fin del estado de alarma.
Cabe destacar que en la calle se encuentran también numerosos efectivos de seguridad de las policías Local y Nacional, con el fin de vigilar desmanes, ya que el virus, pese a todo, sigue ahí.
Celebración en la Plaza Mayor
El fin del estado de alarma ha dejado imágenes de celebración en la Plaza Mayor, con cientos de personas, en su mayoría jóvenes, festejándolo en el ágora cerca de las 00:30 horas de la noche. Incluso se han escuchado los típicos cánticos de fiesta y jolgorio: "Hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual", etcétera.