Cuando tenemos algún tipo de dolor y nos disponemos a tomar una pastilla para que este se pase, ¿nos paramos a pensar cómo es de importante la postura cuando la vamos a ingerir? Según una reciente investigación de la Universidad Johns Hopkins ahí está la clave para que el medicamento surta efecto con mayor rapidez. Los científicos advierten que "una postura incorrecta puede retrasar la velocidad con que la que se descompone una pastilla y hacer que tarde hasta en una hora”.
Una vez ingerida la pastilla, esta recorre el aparato digestivo hasta llegar al intestino. Por lo tanto, es importante que llegue a esta parte del cuerpo lo antes posible para que comience a disolverse y a vaciar sus contenidos.
Empleando el modelo de la mecánica de disolución, los investigadores probaron cuatro posturas diferentes: tumbado sobre el costado izquierdo del cuerpo, tumbado sobre el costado derecho, recto y tumbado boca arriba. Entonces, encontraron que la mejor de ellas era tragar la pastilla tumbado sobre el lado derecho del cuerpo, consiguiendo, así, una absorción 2,3 veces más rápida que con las otras posiciones. Por el contrario, demostraron que la peor opción era tomarla tumbado sobre el lado izquierdo.