La Organización Mundial de la Salud declaraba el 14 de agosto a la viruela del mono como emergencia de salud pública a nivel internacional. Su principal vía de transmisión es el contacto físico estrecho con las lesiones y costras en la piel y los fluidos corporales, como el que se produce durante las relaciones sexuales, por eso, este riesgo aumenta cuando hay varias personas involucradas en los contactos estrechos, con parejas sexuales y/o en entornos donde no se puede apreciar bien la existencia de lesiones, o donde la percepción del riesgo pueda estar alterada. El periodo de incubación oscila entre los 5 y 21 días y los casos graves son más frecuentes entre los niños, adultos jóvenes y personas inmunocomprometidas.
Los expertos indican que los síntomas clásicos iniciales suelen ser: fiebre, cefalea, artralgias, linfadenopatías y astenia y posteriormente aparecen erupciones, manchas, úlceras o ampollas en cualquier parte del cuerpo, aunque suele aparecer en el área genital si la transmisión ha sido por relaciones sexuales. Asimismo, los expertos añaden que el virus se puede transmitir a otra persona mientras duren las lesiones cutáneas.
Tras confirmarse este miércoles el primer caso de viruela del mono en Salamanca, este diario digital ha querido profundizar más sobre esta infección zoonótica emergente y para ello se ha contado con la ayuda de Raúl Rivas, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca.
Raúl Rivas detalla que la viruela del mono es una infección zoonótica emergente, potencialmente mortal, causada por dicho virus, un orthopoxvirus similar al virus Variola (el agente causante de la viruela), al virus de la viruela bovina y al virus Vaccinia. Desde la erradicación de la viruela humana, la viruela del simio ha asumido el papel del orthopoxvirus más destacado que afecta a las comunidades humanas. La enfermedad fue descubierta en 1958, cuando ocurrieron dos brotes de una enfermedad similar a la viruela en colonias de monos mantenidos para labores de investigación. Por esta razón recibió el nombre de “viruela del mono” o “viruela del simio”. La primera detección de mpox en un ser humano se produjo en 1970 en la región ecuatorial de la República Democrática del Congo. Ahora, la enfermedad es endémica, o se encuentra con regularidad, en diversas zonas de África central y occidental, aclara Rivas.
En cuanto a por qué se conoce ahora como mpox el catedrático de Microbiología explica que, tras una serie de consultas con expertos mundiales, en noviembre de 2022 la OMS comenzó a utilizar el término, “mpox”, como sinónimo de viruela del mono. La OMS propuso utilizar simultáneamente ambos nombres. Uno de los principales motivos del cambio fue eliminar las asociaciones racistas y los mensajes de odio que surgieron vinculados al nombre de la enfermedad durante el brote iniciado en mayo de 2022 y que relacionaban el término "mono" con las personas nacidas en África subsahariana.
Actualmente hay dos tipos de virus de la viruela del mono y tal y como detalla Rivas, el clado I, anteriormente llamado clado de la Cuenca del Congo o clado de África Central, causa enfermedades más graves y muertes. Algunos brotes han matado hasta el 10% de las personas que enferman, aunque los brotes más recientes han tenido tasas de mortalidad más bajas. El clado I es endémico de África central. El clado I se divide en dos subclados denominados subclado Ia y subclado Ib. El subclado Ib es el que causa alarma en la actualidad. En los países que notificaron casos de mpox del clado Ib, se ha documentado la transmisión de persona a persona, tanto sexual como no sexual. Además, ha sido confirmado un caso de infección por el clado Ib en Suecia, lo que supone el primer caso fuera del continente africano.
Rivas explica que el clado II, anteriormente llamado clado de África Occidental, es menos grave y más del 99,9 % de las personas infectadas sobreviven. Este clado presenta dos subclados denominados subclado IIa y subclado IIb. El subclado IIb es el que causó el brote mundial que comenzó en 2022. El clado II es endémico de África occidental. Además, el catedrático de Microbiología añade que en el pasado se ha informado que el clado I está asociado con síntomas clínicos graves y una mayor mortalidad en comparación con el clado II.
En relación a si la viruela del mono podría llegar al país, el catedrático manifiesta que el brote del año 2022 fue bastante inesperado, y ha supuesto el mayor brote de viruela del mono (mpox) fuera del continente africano con cerca de 100.000 casos, incluidas 208 muertes en 116 países. España es el país más afectado de la Unión Europea superando los 8100 casos confirmados. Con estos antecedentes, es evidente que debemos estar alerta y ser conscientes de que el panorama global de la mpox ha cambiado y no es el mismo que hace 10 años, aclara el catedrático de microbiología.
Con respecto a cómo se puede contener la propagación del virus, Rivas explica que las autoridades de salud pública pueden tomar varias medidas para evitar la propagación y mitigar la transmisión. La primera es crear conciencia mediante una comunicación dirigida adecuadamente a quienes corren mayor riesgo de transmisión o de enfermedad grave, incluida la participación activa de las partes interesadas clave a nivel comunitario. La segunda es facilitar el diagnóstico temprano de casos a través de un fácil acceso a servicios de atención médica con médicos bien informados, diagnósticos accesibles y orientación de manejo.
Asimismo, el catedrático de microbiología añade que independientemente de que sea mpox del clado I o del clado II, ambos clados pueden propagarse a través del contacto directo con animales salvajes infectados, a través del contacto cercano con una persona infectada con mpox, incluido el contacto íntimo o sexual, y a través del contacto con materiales contaminados.
Respecto a si es probable que en España haya muchos casos, Raúl Rivas, aclara que es complicado predecir el futuro, pero España es el país más afectado de la Unión Europea superando los 8100 casos confirmados, por lo que es probable que el goteo de casos continue en el futuro cercano.
Sobre si la vacunación es importante el catedrático de la Universidad de Salamanca declara que sí, pero solo para las personas que están en riesgo de contraer la mpox. Por ejemplo, alguien que ha estado en contacto cercano con una persona infectada, o alguien que pertenece a un grupo con alto riesgo de exposición a mpox. Actualmente no se recomienda la vacunación masiva. Los viajeros que puedan estar en riesgo según una evaluación de riesgo individual con su proveedor de atención médica podrían considerar la posibilidad de vacunarse.
Por esto, la OMS recomienda el uso de las vacunas MVA-BN o LC16, o la vacuna ACAM2000 cuando las otras no estén disponibles. La vacuna MVA-BN es antivariólica no replicante y la única vacuna antivariólica MPOX aprobada en la UE/EEE y el Reino Unido. La vacuna MVA-BN es la que se administra en España y está indicada para su uso en la población adulta general (mayores de 18 años) en individuos considerados en riesgo de contraer viruela o MPOX. Esta vacuna requiere una serie de dos dosis administradas con 28 días (4 semanas) de diferencia.
Rivas, esclarece que, hasta el momento, los datos recogidos apuntan a que la protección es mayor después de dos dosis en comparación con una dosis. Sin embargo, una dosis puede atenuar la gravedad de la enfermedad y reducir el riesgo de hospitalización en personas que se infectan después de la vacunación en comparación con las personas no vacunadas.
Para la prevención del contagio y control de la enfermedad se recomiendan las siguientes medidas rutinarias: mantener prácticas de sexo seguras, evitar el contacto íntimo con personas que presenten lesiones en la piel sugestivas de haber sido causadas por la mpox, evitar el contacto con ropa, ropa de cama, toallas, utensilios de cocina, etc, de personas que estén enfermas.
Asimismo, mantener una buena higiene de manos mediante lavado frecuente con agua y jabón o uso de soluciones hidroalcohólicas y siempre tras el contacto con personas enfermas, usar mascarilla si es necesario.
El riesgo para la población según el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), actualmente se considera bajo, sobre la base de una probabilidad muy baja y un impacto bajo. Sin embargo, es probable que se produzcan más casos importados del clado Ib que se añadan al confirmado en Suecia, por lo que es importante que los países europeos estén preparados para manejar estos casos y evitar la transmisión secundaria, finaliza Raúl Rivas.