Los timos telefónicos siguen siendo una amenaza constante, afectando a miles de personas que, en algún momento, han sido víctimas de estafas. Con el paso del tiempo, los delincuentes han perfeccionado sus métodos, adaptándolos a las nuevas tecnologías para hacerlos más convincentes y difíciles de detectar.
Uno de los fraudes más frecuentes en el último año es el de la llamada perdida, una estrategia que se aprovecha de la curiosidad natural de las víctimas. Este tipo de estafas, a menudo vinculadas a números con prefijos internacionales, parecen inofensivas a primera vista, pero esconden intenciones maliciosas diseñadas para obtener beneficios económicos de manera fraudulenta.
Dentro de este tipo de engaños destaca el 'wangiri', cuyo nombre en japonés significa literalmente "llamada y corte". El método es sencillo: el estafador realiza una breve llamada que se corta antes de ser contestada, esperando que la víctima, intrigada, devuelva la llamada. Al hacerlo, el usuario contacta con un número de tarificación especial, generando automáticamente cargos elevados por el establecimiento y duración de la llamada.
Este truco resulta particularmente efectivo porque muchas víctimas no sospechan nada hasta que reciben una factura telefónica significativamente más alta de lo habitual. En ella, suelen aparecer cargos por llamadas a números desconocidos que, en ocasiones, apenas han durado unos segundos, pero que han sido suficientes para causar un perjuicio económico considerable.
Los prefijos sospechosos de estafa y cómo identificarlos
Identificar un número extranjero es sencillo: los prefijos internacionales comienzan con "+" o "00", seguido del código del país. En el caso de España, estos prefijos son +34 o 0034, aunque los operadores suelen omitirlo para llamadas nacionales. Sin embargo, cuando el número tiene un prefijo internacional inusual, como +355 (Albania), +225 (Costa de Marfil), +233 (Ghana) o +234 (Nigeria), conviene extremar precauciones. La Guardia Civil ya ha alertado sobre estos prefijos, frecuentemente utilizados en estafas.
Además, números nacionales con los prefijos +803, +806 y +807 son de tarificación especial y pueden implicar costes adicionales. Si el número genera dudas, una buena práctica es buscarlo en internet antes de devolver la llamada. Algunos smartphones también identifican automáticamente la ubicación de las llamadas, lo que facilita distinguir contactos legítimos de posibles fraudes.
El 'wangiri' no es el único fraude que se realiza a través del teléfono. Otros timos comunes incluyen el 'vishing' (estafas a través de llamadas en las que los delincuentes intentan obtener información personal o bancaria), el 'spoofing' (suplantación de identidad mediante el uso de números que parecen legítimos) y la doble llamada, en la que un primer contacto genera confianza para luego solicitar información sensible en una segunda llamada.
Cómo protegerse de estas estafas
Para evitar caer en estas trampas, la prevención es clave. No contestar llamadas de números desconocidos con prefijos internacionales es el primer paso. Activar filtros antispam en el teléfono móvil puede ayudar a bloquear contactos sospechosos. En el caso de mensajes fraudulentos, bloquear y denunciar al remitente en aplicaciones como WhatsApp es fundamental.
No está de más señalar que, bajo ninguna circunstancia se deben seguir las instrucciones de los estafadores, como hacer clic en enlaces o devolver llamadas a números desconocidos.
Qué hacer si se ha sido víctima de un timo telefónico
Ante cargos inesperados en la factura telefónica derivados de un posible fraude, la OCU aconseja tomar medidas inmediatas como presentar una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o a través del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
Además, se recomienda recopilar pruebas como el registro de llamadas, facturas detalladas y comprobantes bancarios para respaldar la denuncia y facilitar las investigaciones correspondientes.