La pandemia del COVID-19 provocó que muchos salmantinos conocieran la situación que vivían los trabajadores del Servicio de Autobús Urbano de Salamanca. En concreto, fue a raíz de la no instalación de mamparas de plástico para protegerles del virus, sino la instalación de una cortina similar a la de una ducha que, además, les imposibilitaba ver toda la carretera correctamente.
No obstante, ese hecho fue la punta del iceberg. La situación entre los trabajadores del autobús urbano charro no era buena de antemano, y la pandemia no ha hecho sino que empeorar la realidad, tal y como denuncia el Comité de Empresa de Salamanca de Transportes.
En concreto, tres de los sindicatos que forman parte del mismo (CGT, AURSAL-USO y UGT, ya que CCOO se ha negado a unirse) han emitido un comunicado en el que denuncian la falta de personal que existe para cubrir los servicios en general, hasta el punto de que hay conductores doblando turnos para tratar de no dejar ninguna línea sin cubrir.
Específicamente, en la nota de prensa se especifica que hay muchos conductores del turno de tarde que continúan prestando servicio en el turno nocturno; otros muchos han tenido que acudir a trabajar durante sus vacaciones; y otros han estado más de un mes entero sin descansar. En definitiva, los conductores temen, según se apunta en el comunicado, que la excesiva carga laboral termine desembocando en un accidente de tráfico.
Esta dejadez en el Servicio de Autobús Urbano, según el Comité de Empresa, obedece a motivos “meramente económicos”, que también llevan a la empresa a realizar coacciones a los conductores para que acudan a cubrir servicios incluso cuando están de descanso, yendo habitualmente entre 7 y 12 trabajadores cuando no les corresponda.
De hecho, el de conductores no es el único servicio en el que hay déficit, aseguran. También en el de inspectores de calle, que se han perdido pese a ser “un puesto de vital importancia”. Por ejemplo, en el bus nocturno nunca acude, asumiendo así los conductores esa función, y convirtiéndose también en “personal de limpieza, repostaje y reparto de personal”, según añaden.
Por todo ello, desde el Comité de Empresa insisten una vez más, y como llevan haciendo tiempo, según recuerdan, en crear una bolsa de trabajadores que permita fomentar el empleo y “contribuir así a la grave situación de paro existente que sufre tanto la ciudad de Salamanca como el país”.
Igualmente, el Comité de Empresa lamenta la “absoluta falta de diálogo” de Salamanca de Transportes para solucionar “cualquier conflicto”, imponiendo soluciones unilaterales y sanciones “absurdas y desproporcionadas” que posteriormente son retiradas.
La falta de aseos para los conductores, otro de los grandes problemas que sufren
Otra de las grandes peticiones del Comité de Empresa y de los conductores del Servicio de Autobús Urbano de Salamanca es la instalación de aseos en las cabeceras (paradas iniciales de cada línea) para que puedan hacer sus necesidades.
Según denuncian, la respuesta del gerente den una reunión de Salud Laboral fue que “mearan en la calle, como se ha hecho toda la vida”. Sin embargo, como recalca el Comité de Empresa, orinar en la vía pública acarrea sanción y, además, puede suponer un problema de intimidad, especialmente para las conductoras.
Así, las tres secciones sindicales que han redactado el comunicado han añadido que esta situación “no se puede aguantar más”, y ha exigido al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto “antes de que esto llegue a más”. De hecho, toda esta situación será relatada en una carta que enviarán al concejal delegado, al gerente y a la Dirección del Grupo Ruíz.
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