Los medios de comunicación fueron esenciales durante la pandemia. Era la única forma de interpretar los datos de cara a la ciudadanía, persiguiendo la inmediatez, pero también la eficiencia y la realidad según se contaba desde la Junta de Castilla y León. La transparencia era una de las claves para poder conocer de cerca qué es lo que estaba ocurriendo, y a la cabeza de la región, un salmantino fue el que se encargó de organizar, interpretar los datos y darlos a conocer a todos los periódicos digitales y físicos de Salamanca, Julio López Revuelta.
El director de Comunicación de la JCYL ha explicado a SALAMANCA24HORAS cuales fueron los objetivos que se propusieron de cara a dar una información veraz y concisa, sin medias tintas, pero siempre tratando con respeto a los todas las víctimas que fallecieron durante la pandemia del Covid-19.

López Revuelta ha expuesto que “al tener la movilización reducida, los medios de comunicación eran claves, en un momento de tanta angustia, pensamos que la población necesitaba un tipo de información lo más transparente posible”. En una época en la que los medios eran un trabajo esencial junto a sanitarios y a los Cuerpos de Seguridad del Estado, Revuelta recuerda que “quisimos que diariamente la rueda de prensa siempre las diese la consejera de sanidad, Verónica Casado, acompañada de otros consejero en función del tema que se fuera a tratar. Además, cada domingo el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, daba otra rueda de prensa, lo que nos llevó a crear el sistema telemático que a día de hoy se mantiene”.
“Queríamos incorporar a todos los medios de comunicación en pro de la transparencia”
Una manera de poder dar toda esa información sin poner en riesgo a los periodistas. Un momento en el que cada mediodía, todo aquel que quisiera podía conectarse de manera online y seguir la valoración que se realizaba desde la Junta de Castilla y León. Asimismo, el propio Julio ha expuesto que “creamos también un grupo de whatsapp de 100 personas, y al abrir esa información a todo el mundo, la gente podía enterarse en tiempo real”.
De este modo, se conseguía un hito que pocas comunidades pudieron “incorporar a todos los medios de comunicación en pro de la transparencia”, añadiendo que “no era fácil, lo más difícil era, por una parte no transmitir una imagen de falsa seguridad y de restarle información, como sucedió al principio con Simón, además de trasladar una imagen de desesperanza”.
Además, con esto queríamos algo muy claro, que “las cifras eran terribles, pero teníamos que ser capaces de trasladar esa imagen de que se estaba haciendo todo lo posible, que al fin y al cabo era la realidad”. Con esto se lograba otro objetivo, que era “tratar el tema con la mayor humanidad posible y toda la sensibilidad. Teníamos que tener empatía”.
Por otro lado, la seguridad se tornaba clave de cara a evitar que los contagios aumentaran, por esto mismo, además de las ruedas de prensa telemáticas, el dircom de la JCYL ha explicado que “además de habilitar la sala en la web, permitimos que participaran 14 o 15 periodistas en ruedas de prensa sin límite de tiempo, para que todo quedara muy claro”.
Con respecto al tiempo de adaptación, fue en muy poco tiempo, casi de un día para otro, y es que como al resto de la población pilló por sorpresa a diestro y siniestro: “Para nosotros fue un proceso que teníamos que hacer en muy poco tiempo, pero ya no solo eso, también lidiar con la situación de ir a un lugar en el que normalmente había 400 personas, y en la que ya solamente íbamos a estar tres, imagínate el silencio”.
“Nunca olvidaré el silencio sepulcral que se sentía por las calles"
En la intimidad: la simbiosis entre realizar un buen trabajo y no olvidarse de la propia persona
Muchas veces es complicado separar el ámbito laboral del personal, pero con trabajo y mentalidad se puede llegar a lograr. En este aspecto: “Nunca olvidaré el silencio sepulcral que se sentía por las calles, en la carretera y en la propia sede de la Junta de Castilla y León”.
En ese aspecto Julio ha comentado dos recuerdos que han quedado en su memoría y que nunca olvidará: “El primero de ellos era el no escuchar nada por ningún lado, algo que se volvía aterrador”. En el caso del segundo, “cuando estaba trabajando con esas cifras de fallecidos, tuve que llevar a mi madre a que la ingresaran al hospital de Salamanca. Ten en cuenta yo pensaba en el umbral de las personas que perdían la vida, y aún tengo esa imagen de tener que dejar a mi madre en urgencia y marcharme, pero el trabajo que hicieron los profesionales sanitarios fue increíble y ya es algo que queda en el pasado”.
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