Queda menos de un mes para la llegada del invierno y las bajas temperaturas ya han hecho acto de presencia en la provincia de Salamanca. El uso de braseros, estufas de carbón o de leña, glorias o cocinas bilbaínas son una buena forma de mantener calientes las estancias de las casa, pero también pueden originar intoxicaciones por monóxido de carbono. Para evitarlo, el Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León ha compartido una serie de consejos a través de sus redes sociales.
El gas de monóxido de carbono es mortal inhalado en grandes cantidades, no tiene olor y es invisible, lo que dificulta la tarea de identificar su presencia. De ahí la importancia de que los técnicos revisen la instalación, de no obstruir la rejilla de ventilación y de mantener ventiladas las estancias donde se use calefacción de combustible vegetal. Otro consejo es observar la llama. Si es azul, todo está funcionando correctamente.
Aun así, si una persona sufre una intoxicación por monóxido de carbono, presentará síntomas como dolor de cabeza, mareos, ganas de vomitar, desorientación, hormigueo o desvanecimiento. Para ayudarla, además de alejarla del origen del gas y de ventilar la vivienda, es vital llamar al 112.