Desde que comenzó la pandemia nos hemos acostumbrado a lavarnos las manos de forma constante. Sin embargo, no siempre lo hacemos con agua y jabón sino con gel hidroalcohólico y eso reseca aun más la piel e incluso puede llegar a producir pequeñas lesiones como quemaduras.
Además, las bajas temperaturas tampoco ayudan a tener la piel hidratada lo que provoca la aparición de ronchones rojos, el levantamiento de la piel o las grietas.
¿Qué hacer para mantener la piel de las manos hidratadas de forma casera?
Uno de los típicos remedios de la abuela son la naranja y la miel de abeja que además de ser hidratante es antibacteriano y antiinflamatorio. El zumo de tomate con limón es ideal para reducir las manchas y las cicatrices. Y por último, un exfoliante e hidratante perfecto es el yogur con avena.