Carla es una estudiante del Grado en Estudios de Asia Oriental de la Universidad de Salamanca que el pasado mes de septiembre comenzó a disfrutar de una beca de movilidad en Japón, uno de sus grandes sueños y objetivos de la carrera. Su idea era permanecer en el país nipón -salvando los típicos viajes por vacaciones- hasta terminar el curso académico. Sin embargo, para nada pensaba que una pandemia mundial iba a cambiar sus planes.
Y es que la crisis mundial creada por el coronavirus puede hacer que Clara no sólo no termine el año en Japón, sino que pierda todo el curso académico -incluido el semestre que ya ha cursado-. Así lo explica la estudiante a SALAMANCA24HORAS, recordando que volvió a España a mediados de febrero, cuando todo se vivía “con relativa tranquilidad”. Fue con el paso del tiempo cuando estalló toda la crisis que ha hecho que esta joven esté en Salamanca sin saber si va a poder volver a Japón -su vuelo de vuelta es a finales de mes-.
La última vez que Clara viajó a Japón fue el pasado 7 de enero, justo después de Navidad, “cuando todavía estaba todo bastante tranquilo”. Ella residía en Yokohama, “la ciudad donde estaba el barco en cuarentena”, indica, rememorando que aquello “no se vivía como una situación de pánico o histeria”.
Sí que las mascarillas “se acababan a primera hora de la mañana”, si bien concreta que “en Japón es muy normal llevarlas en el día a día, no como en España”. Los días fueron pasando y, poco a poco, la sociedad japonesa comenzó a criticar cómo se estaba llevando la gestión de la crisis del coronavirus, “sobre todo en comparación con China y Corea del Sul”, relata Clara, apuntando que las quejas vienen dadas, mayoritariamente, “porque no se están realizando todos los tests que deberían, por lo que el número real de casos es probable que sea mayor al oficial”.
Esas críticas han motivado que el Gobierno japonés, con Shinzo Abe a la cabeza -primer ministro-, esté valorando el imponer el Estado de Emergencia “con algunas revisiones a la ley actual”. Eso también está encontrando mucha oposición “porque hay quienes consideran que es demasiado restrictivo con las libertades individuales”, relata Clara, si bien afirma que los problemas para ella comenzaron hace unos días.
Japón no deja entrar a personas que vengan de China, Corea de Sur o Italia; España puede ser el siguiente país ‘vetado’
Por el momento, la línea de actuación japonesa es no dejar entrar a personas de los países con mayores focos de contagio, como son China, Corea del Sur e Italia. “Creo que es cuestión de tiempo que nos pongan la misma limitación a nosotros”, relata Clara sobre las posibilidades que existen de que Japón tampoco permita entrar a viajeros desde España, donde el número de casos no deja crecer exponencialmente.
Esta estudiante ya conoce más de un caso de personas que han intentado entrar al país nipón y no han podido: “ Unas amigas chinas que viajaban desde Europa y que pretendían volver a Japón con el mismo tipo de visado que yo no les permitieron entrar y las enviaron directamente a Shanghái; y hace poco, otros alumnos italianos se encontraron la misma situación”.
Las esperanzas de Clara para poder volver son mínimas. Su familia, por ejemplo, prefiere que se quede, aunque el sistema sanitario de Japón es “muy bueno”. Ella, como extranjera, paga unos 10 euros al mes como parte de un seguro nacional “que me cubre cualquier cosa básica”, y el coronavirus, al ser un problema a nivel nacional, tendría un tratamiento costeado por parte del Estado.
Pero ella, que volvió a España porque tenía prácticamente tres meses de vacaciones -el curso acabó el 24 de enero y no empieza el siguiente hasta el 6 de abril-, sí quiere retornar a Japón, aunque sabe que “la cosa no pinta muy bien”. Su deseo no es en balde, ya que corre el riesgo de perder todo el año académico si no puede continuar sus estudios. Porque, según detalla, “las convalidaciones funcionan por bloques de asignaturas, por lo que lo que hice el semestre pasado no serviría de nada sin completar también este”, aunque también confía en que, si finalmente no puede volver, “se nos dé alguna solución desde la Universidad de Salamanca”.
El vuelo lo tiene a finales de mes. De aquí a entonces, es una incógnita lo que puede suceder, aunque supone que a lo largo de esta semana que entra, si no es durante el fin de semana, tendrá noticias. Es Japón el que se tiene que pronunciar, pero vistas las medidas que están tomando otros países -cierre de fronteras durante 30 días-, Clara cree que lo va a tener muy complicado. Al menos, para volver cuando le tocaba.
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