La Inteligencia Artificial (IA) no solo transformará el panorama laboral, obligando a la readaptación de millones de profesionales, sino que representa una seria amenaza para los derechos de los trabajadores. Esta es la principal conclusión del último Observatorio Zeres, un informe publicado esta semana por el despacho de abogados laboralistas del mismo nombre, que recopila las reflexiones de seis expertos en encuentros organizados por la firma en torno al impacto de la IA en el mundo del trabajo.
En estos debates, según matiza la Agencia Europa Press, participaron destacados catedráticos y profesores universitarios del ámbito del Derecho del Trabajo y la Sociología, junto con abogados laboralistas. Entre ellos, los catedráticos de Derecho del Trabajo Wilfredo Sanguineti (Universidad de Salamanca) y Juan José Fernández (Universidad de Valladolid), las profesoras de la Universidad de Vigo Emma Rodríguez (Derecho del Trabajo) e Iria Vázquez Silva (Sociología), y los socios de Zeres Abogados, Fabián Valero y Javier de Cominges.
Si bien algunos expertos, como el catedrático Juan José Fernández, estiman que el porcentaje de empleos directamente afectados se situará en torno al 7-9%, insistiendo en que "se van a destruir puestos, pero se van a crear muchísimos", otros ponen el foco en las potenciales consecuencias negativas para las condiciones laborales y los derechos fundamentales.
En este sentido, el catedrático Wilfredo Sanguineti cuestionó si la alarma sobre la destrucción masiva de empleo no sería una "maniobra de distracción" del debate crucial sobre el efecto de la IA en las condiciones de trabajo. Por su parte, el abogado Fabián Valero expresó su preocupación por la "afectación de las relaciones laborales internas, externas y en el ámbito de los derechos fundamentales", planteando interrogantes sobre cómo evitar sesgos discriminatorios por raza, género o edad en los procesos de selección o despidos gestionados por algoritmos.
La posible deslocalización del empleo gracias a la IA también generó inquietud entre los expertos. Alertan del riesgo de que los trabajadores se vean abocados a mercados laborales con menor protección de sus derechos en comparación con la Unión Europea.
Ante este panorama, los participantes en los coloquios coincidieron en la necesidad urgente de invertir en la formación y recualificación de los trabajadores para que puedan adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral. La profesora de Sociología Iria Vázquez Silva señaló la importancia de distinguir entre "tareas", fácilmente sustituibles por la IA, y "empleos", donde las predicciones son más complejas.
El catedrático Juan José Fernández vislumbra una "oportunidad histórica" entre 2025 y 2026 para implementar la formación adecuada, sugiriendo el uso de "microcredenciales" como fórmula eficaz para ofrecer cursos breves y especializados en las necesidades concretas del mercado.
En el debate organizado en Vigo, se planteó la posibilidad de compensar la potencial pérdida de empleo mediante impuestos a los beneficios generados por la IA, destinando estos fondos a la formación de los trabajadores.
En definitiva, el Observatorio Zeres pone de manifiesto la doble cara de la irrupción de la Inteligencia Artificial en el mundo laboral: una oportunidad para la transformación y la creación de nuevos roles, pero también una amenaza latente para los derechos de los trabajadores que exige una respuesta proactiva en materia de formación y regulación.
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