Uno de los objetivos del Festival Internacional de las Artes de Castilla y León es convertirse en un evento “importador de ideas y exportador de cultura”, según su propio coordinador, Rodrigo Tamariz. Por ello, la vanguardia, lo innovador y las nuevas tecnologías al servicio de lo más tradicional cobran un gran protagonismo en el FACYL, que, en la edición de este 2024, incorpora una novedad relacionada con una patente registrada por la Universidad de Salamanca en 2002: un sistema para la medición de reacciones emocionales en grupos sociales.
Aún no se han determinado cómo se va aplicar en el propio festival, pero está previsto que espectadores de distintos shows porten unos brazaletes inalámbricos. Estos están conectados a una unidad, vinculada a su vez con un programa que recoge, codifica y trata los datos obtenidos antes de ofrecer los resultados finales. "Nuestro cuerpo se comunica por electricidad y los electrodos colocados en los dedos (índice y corazón) van registrando la de la piel", señala Elena Martín Guerra, directora de operaciones de la empresa de tecnología Sociograph.
Esa tecnología, aplicada a los espectadores, sirve para valorar el nivel de atención y de sentimiento del público a lo largo de un evento para ver qué parte despierta más impacto. "La cultura es emoción y tiene sentido medirla emocionalmente. Ayuda a mejorar espectáculos". Además, y a diferencia de otras tecnologías, el registro se hace a nivel grupal, "porque, si hay una persona que en ese momento está triste y no reacciona como debería, no es un dato valido. Eliminamos esa información subjetiva".
El FACYL incorpora por primera vez esa experiencia neurocientífica, que ya se puso a prueba el pasado miércoles, 17 de abril, durante la presentación del propio festival. Varias personas se ofrecieron voluntarias para portar los brazaletes inalámbricos en los más de 26 minutos que duró la rueda de prensa en la que participó el alcalde, Carlos García Carbayo, y el coordinador artístico del evento, Rodrigo Tamariz. El primero mantuvo niveles altos de atención entre los presentes, registrando dos picos emocionales al eludir palabras vinculadas con la innovación, mientras que el segundo dio un mejor resultado por "su conexión emocional a lo largo de su alocución, con especial relevancia en los momentos en los que adelantó la programación".
La presentación, pues, según el sistema para la medición de reacciones emocionales en grupos sociales, fue "dinámica, de interés, con picos de emoción en momentos de relevancia, dada la actividad, que ha registrado niveles de atención altos, con poca variación". Habrá que esperar hasta el 16 de junio para comprobar si el FACYL registra unos resultados tan positivos. Para conseguirlo, su programación incluye espectáculos tan novedosos como un 'tape art' de 15 kilómetros en la plaza de Anaya que cuenta con la colaboración de artistas de Palencia, Barcelona y Berlín.
Tecnología presentada por el catedrático José Luis Martínez Herrador
José Luis Martínez Herrador, catedrático jubilado de Psicología Evolutiva de la Universidad de Salamanca, es, junto a Eugenio Garrido Martín, el principal responsable de la tecnología denominada Sociograph que el FACYL va a incorporar este 2024 como novedad y que, como ya hemos adelantado, logra evaluar los niveles de atención y de emoción de una persona al presenciar cualquier acto, y lo hace a través de unos sensores colocados en las manos. Lo que la hace diferencial respecto a otras es que permite la medición de los procesos reactivos, atencionales y emocionales que son compartidos por los miembros del grupo, separándolos de los procesos individuales. No hay que olvidar que los seres humanos muestran conductas diferentes en compañía a cuando se encuentran solos.
La tecnología patentanda por la Universidad de Salamanca en el año 2002 abrió un nuevo campo a la investigación social y pronto captó la atención del sector dedicado al neuromarketing, una disciplina que aplica técnicas de las neurociencias a la mercadotecnia. Una empresa ayudó a desarrollarla y comenzó a utilizarse en distintos ámbitos, como el del turismo y el de la comunicación. "La aplicamos para el Grupo Mediaset en España. Sirve para testar su contenido (películas, series...)", afirma Elena Martín Guerra. También se ha empleado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Lejos quedan aquellos primeros experimentos que se realizaron con los estudiantes de la Facultad de Psicología de la USAL.
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