En los últimos años, las redes se han empapado de mensajes y fotografías que 'positivizan' los cuerpos no normativos. Con el fin de acabar con la estigmatización de los cuerpos, este movimiento, bautizado como 'Body Positive', ha generado entre los internautas un "eterno" debate sobre hasta qué punto es "bueno" normalizar la obesidad. Susana González es profesora en el área de nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca y su mensaje es claro: "Nada que haga aumentar la prevalencia de la obesidad es positivo, aunque no estigmatizarlo me parece adecuado".
Desde el punto de vista de la profesional, es importante dejar claro que "la obesidad es una enfermedad, no un estado físico". La obesidad se define como un aumento de la grasa corporal por encima de unos niveles. Esto está provocado por una desregulación del metabolismo y debe ser tratado como una anomalía.
Esta anomalía es una "ecuación en la que influyen varios factores de riesgo": algunos con hábitos conductuales y otros genéticos. "Cabe mencionar que un gen no determina que tengas obsidad, sino que aumenta el riesgo de padecer la enfermedad", ha explicado la nutricionista.
Tal y como ha comentado la profesional, "no se debe fomentar la obesidad, pero tampoco estigmatizarla". Esta cuestión coloca al ciudadano en una 'delgada línea', entonces, ¿cómo se debe tratar socialmente a las personas obesas? La respuesta de Susana es clara: "es una enfermedad compleja porque es crónica y aumenta el riesgo de sufrir muchas patologías, así que es esencial acudir a los profesionales sanitarios, siempre desde el apoyo y el respeto".
¿En qué puede desembocar la obesidad?
Aunque las patologías principales en las que puede desembocar la obesidad son muchas, las primeras son en el ámbito cardiovascular: hiperlepidemias, hipertensión, y muchas otras. Sin embargo, la obesidad también afecta al sistema respiratorio como la apnea del sueño, un mayor riesgo de enfermedades hepatoviliares, enfermedades músculo-esqueléticas, mayor riesgo de diferentes cánceres, en postoperatorios, enfermedades en el aparto reproductor, cutáneas y neurológicas. Todo ello añadido a las consecuencias psicosociales que pueden generar como desarrollo de TCA, bullying, inseguridades...
¿Está más aceptado socialmente estar 'extremadamente delgado' a ser 'obeso'?
Existe un nivel de peso adecuado llamado normopeso, establecido por el Índice de Masa Corporal (IMC). "Hay una relación entre el IMC y la tasa de mortalidad", ha explicado Susana. Conforme una persona se sale de los límites, que se mueven entre el 18,5 al 24,9, tanto para un lado como para el otro, el peligro y el riesgo comienza a aumentar.
Al igual que existen distintos grados de delgadez, como malnutrición y desnutrición, también existen grados al otro lado, como el sobrepeso y la obesidad.
Aunque a día de hoy, la OMS ya ha señalado que la obesidad será una de las principales enfermedades a nivel mundial en niños y adultos, según la profesional, en los últimos años "los índices se han estabilizado, aunque siguen siendo niveles altísimos". Después de la década de los 80, los casos de sobrepeso y obesidad comenzaron a crecer por el nuevo estilo de vida, más sedentario. Sin embargo, en los últimos años se ha mantenido.
Las estadísticas concluyen que alrededor del 40% de las personas sufren sobrepeso, y que 1 de cada 5 niños es obeso, son cifras "considerables".
Por último, Susana ha concluido que los recursos económicos de las familias influyen directamente en los niveles de sobrepeso y obesidad, pues "la comida rápida es más barata".
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