El 22,3 por ciento de los españoles presenta molestias auditivas durante los meses de verano, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por Audika España entre sus pacientes con el objetivo de conocer su situación auditiva en periodo estival.
El verano es época de estar al aire libre, ir a conciertos, nadar en la piscina, la playa, viajar en avión o disfrutar de otras actividades que pueden causar problema de audición. La principal molestia auditiva se debe a la entrada de agua en los oídos.
No obstante, según el trabajo, la concienciación sobre la salud auditiva está siendo un aliado en la lucha contra este tipo de afecciones y, de hecho, el 21,4 por ciento de los encuestados destaca haber puesto remedio a las pérdidas auditivas en los últimos años utilizando tapones y/o bandas de neopreno antes de sumergirse.
Asimismo, el 70,3 por ciento de los encuestados afirma saber identificar todas las actividades que en verano ponen en riesgo su salud auditiva. Estos riesgos se encuentran principalmente en los cambios de presión durante los viajes en avión, las corrientes de aire, los cambios de temperatura derivados de los chapuzones y los impactos al saltar al agua, especialmente en piscinas y zonas portuarias.
"Es curioso conocer cómo las personas sacan el agua de sus oídos ya que detectamos un gran desconocimiento ante la importancia de este gesto y su repercusión en la salud. Y es que, tal y como hemos visto en este estudio, el 40,6 por ciento de los encuestados utiliza una toalla, mientras que el 16,2 por ciento lo hace utilizando bastoncillos, el 6,1 por ciento con ayuda de una gasa y el 1,3 por ciento con unas gotas específicas para los oídos", ha comentado la técnico superior en Audiología Protésica de Audika España, Ana Soto.
El 23,1 por ciento de adultos españoles ha sufrido otitis externa después de haber nadado, así como el 5,7% de sus hijos y/o nietos en edades tempranas. No obstante, los expertos han recordado que los niños al tener sus trompas de Eustaquio más cortas y horizontales, sobre todo a partir de los 4-5 años hasta la preadolescencia 11-12 años, son más propensos a que quede agua atrapada y provocar estas infecciones, comenta Ana Soto.