La consejera de Educación de la Junta, Rocío Lucas, presentó este martes, de forma telemática, los principales datos de la convivencia escolar durante el curso 2019-2020. Unas estadísticas marcadas por la suspensión de la enseñanza presencial durante el tercer trimestre, ya que los incidentes que se analizan se basan en la convivencia y el contacto dentro de los centros.
Así, el informe presentado en estos primeros días de marzo incorpora como novedad el análisis de los dos periodos de recogida de datos —enero y junio—. De esta forma, se analiza con más detalle cuál era la evolución inicial de dichos datos, con actividad lectiva presencial, y los posteriores, una vez suspendida.
Rocío Lucas ha destacado que “la convivencia escolar en Castilla y León continúa gozando de buena salud, la conflictividad sigue siendo baja y las incidencias de carácter grave vuelven a tener un carácter puntual y están muy localizadas”.
Así lo demuestran, además de los datos ofrecidos por Educación, algunos informes internacionales como TIMMS 2019. Tal y como ha recordado la consejera, “ese estudio reflejó la autoconfianza de nuestros alumnos, sus mejores índices de disciplina o su sentimiento de pertenencia al centro educativo. Situó, además, a Castilla y León como la Comunidad con menor índice de acoso escolar.
En Salamanca, el informe 'La Convivencia Escolar en Castilla y León', que analiza el curso 2019-2020, primer curso de la pandemia de COVID-19, muestra que se ha producido un descenso de un 8,41% en el número de centros escolares tanto públicos como concertados que comunican incidencias de acoso escolar a la Junta. Así, este curso 2019-2020 han sido 86 los centros (61 públicos y 25 concertados) en la provincia, mientras que en el curso 2018-2019 fueron 100 (72 públicos y 28 concertados).
Sin embargo, aunque en general disminuyen tanto el posible acoso como el acoso confirmado en todas las provincias, el ciberacoso, aunque con pocos casos, se incrementa prácticamente en todas y genera preocupación, tal y como detalla el informe. De hecho, en el caso salmantino, el ciberacoso ha pasado de una denuncia ante la Junta en el curso 2018-2019 a once en el pasado curso 2019-2020, siendo la provincia de Salamanca la que más ha visto crecer este dato en el conjunto de la Comunidad Autónoma.
El acoso (posible y confirmado) sigue teniendo un perfil masculino; sin embargo, el ciberacoso se da en los mismo niveles en hombre y mujeres, inclusive este curso, las mujeres superan a los hombres, especialmente antes de la suspensión de actividades lectivas con 6 mujeres de cada 10 casos.
La titular de Educación ha querido reconocer el trabajo realizado desde los centros docentes de la Comunidad en una situación tan complicada como la vivida el pasado curso: “a pesar de las dificultades, los centros educativos han realizado un notable esfuerzo, llevando a cabo cerca de 7.000 actividades específicamente vinculadas a la mejora de la convivencia”.
Así, se han celebrado —incluso de manera telemática en algunos casos— los cursos provinciales para el alumnado. Se trata de una de las estrategias con mayor eficacia al reforzar el papel protagonista del alumno como mediador y priorizar la colaboración entre iguales.
De hecho, el uso de procedimientos innovadores para la resolución de conflictos con el alumnado, como son los procesos de mediación y acuerdo reeducativo, ya suponen cerca de 2 de cada 10 actuaciones, recuperando tasas de cursos anteriores.
También ha destacado el crecimiento, un año más, del número de centros que utilizan el Programa Sociescuela, una herramienta informática contra el acoso escolar. De los 142 centros que había en el curso 2016-2017 se ha pasado a los 313 del curso pasado.
La apuesta de la Consejería de Educación por el modelo de prácticas restaurativas sigue dando sus frutos, el pasado curso se han incorporado 27 nuevos centros al proyecto, llegando a un total de 54. Lucas ha destacado el valor de estos procesos: “entre las actuaciones de corrección desplegadas, se produce un descenso del número de expedientes académicos incoados al alumnado, descenso que se inicia antes de la suspensión de las actividades lectivas presenciales y que se confirma a partir de la misma”.
Cambio de tendencia
La suspensión de la actividad presencial a partir del mes de marzo ha provocado un fuerte descenso en todo tipo de incidencias en este periodo, en algunos casos superiores al 90%. No obstante, la consejera de Educación ha querido destacar su disminución, ya en enero, en las que afectan a las relaciones directas entre el profesorado y el alumnado, que incluye las agresiones a los docentes, rompiendo la tendencia de los últimos cursos.
El número de centros con incidencias es similar al del curso anterior en la primera validación de datos -enero-. En este sentido, el alumnado implicado en las mismas se reduce levemente: durante el curso 2019-2020, la tasa se sitúa en 2,33% del total, mientras que el curso anterior fue el 2,60%. La desagregación de los datos por sexo, permite también confirmar de nuevo la prevalencia de los hombres con respecto a las mujeres en las incidencias -siete de cada diez son hombres-.
Finalmente, respecto a las incidencias específicas relacionadas con el origen o cultura y sexo o identidad sexual, experimentan un leve incremento las incidencias relacionadas con aspectos físicos, madurativos o relacionales (+8,32%), y descienden notablemente notable de las relacionadas con el origen o cultura (-40 %), así como de las vinculadas al sexo o a la identidad sexual (-51,67%).
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