La Asociación Munibar manifiesta su indignación y preocupación ante la clausura temporal de la Biblioteca Municipal Carmen Martín Gaite en el barrio de Pizarrales, apenas un mes después de su inauguración oficial. Este cierre, justificado por el Ayuntamiento debido a labores de mantenimiento, equipamiento del salón de actos y ampliación del fondo bibliográfico, "pone en evidencia una alarmante falta de planificación y previsión por parte de las autoridades municipales".
"Es inadmisible que, tras una inversión de tres millones de euros, este espacio no estuviera completamente preparado para su apertura al público. Desde nuestra asociación ya habíamos advertido antes de la inauguración de la ausencia de elementos esenciales para que la biblioteca pudiera operar de manera adecuada y cumplir con las expectativas de los usuarios. Sin embargo, estas advertencias fueron ignoradas, priorizando una inauguración apresurada sobre la calidad y funcionalidad del servicio", denuncia.
El cierre de este espacio no solo supone "una decepción para los vecinos", sino que "refleja una preocupante falta de compromiso del Ayuntamiento con la gestión responsable de los recursos públicos". Las tareas ahora anunciadas, "aunque necesarias, deberían haberse ejecutado antes de la apertura, evitando así esta situación que perjudica a toda la comunidad".
Además, resulta "inaceptable" que el Ayuntamiento no haya comunicado una fecha concreta para la reapertura. "Esta falta de transparencia genera incertidumbre y descontento entre los ciudadanos, que ven cómo se dilatan los plazos sin explicaciones claras. La improvisación y el abandono de la planificación en la puesta en marcha de la Biblioteca Municipal Carmen Martín Gaite son un ejemplo más de la desconexión del gobierno municipal con las necesidades reales de sus vecinos", añade.
La Asociación Munibar insta al Ayuntamiento de Salamanca a asumir su responsabilidad, a agilizar de manera inmediata los trabajos pendientes y a garantizar que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro. Asimismo, exige la habilitación de medidas provisionales, como espacios alternativos o servicios móviles, para minimizar el impacto de este cierre sobre los usuarios, especialmente en un barrio como Pizarrales, que requiere de una atención prioritaria en materia de servicios culturales y educativos.