El Archivo de la Catedral de Salamanca ha ingresado en los últimos días seis documentos medievales sobre la propiedad de molinos y aceñas que datan de entre los siglos XIII y XIV y que desaparecieron en el XIX. La recuperación de tan importante patrimonio para los salmantinos ha sido posible gracias a la operación nacional Index, llevada a cabo en 2018 por la Unidad de Patrimonio de la Guardia Civil de Murcia.
Pedro Gómez, técnico del Archivo de la SIB Catedral de Salamanca, y el canónigo archivero Casimiro Muñoz han sido los encargados de dar todos los detalles y de desgranar el contenido de los documentos. Estos corresponden a la venta de una aceña de 1299; al requerimieno al cabildo para el levantamiento de censuras a los que fueran a hacer uso de la aceña del Arenal (1319); y al testamento del canónigo Martín Pérez, que dejó un molino a una campellanía (1300).
Los tres restantes datan de 1334 y abordan la obligación de Juan Pérez de hacer una rueda de aceña, su donación posterior a la Catedral y la toma de posesión de la misma. "Este señor no acabó haciendo dicha rueda, se endeudó con el cabildo y tuvo que cederla", ha explicado Pedro Gómez durante la rueda de prensa ofrecida este miércoles, 8 de octubre.
"No teníamos ninguna esperanza de encontrarlos. Fue una gran sorpresa para nosotros", ha admitido el técnico. Esa falta de esperanza dio paso a la sorpresa cuando un técnico del Archivo General de la Región de Murcia estudió los documentos (inventariados en el siglo XVIII y con una signatura clara). Identificaron la institución productora, la Catedral de Salamanca, y fueron devueltos a la misma tras una custodia temporal.
Antes de este descubrimiento, los documentos fueron donados a la Guardia Civil por una persona anónima que se vio en posesión de los mismos y, sin saber a qué correspondían, decidió entregarlos. No se abrió ningún tipo de proceso judicial y, a diferencia de lo que se pueda pensar, situaciones de este tipo son comunes, tal y como reconoce Pedro Gómez.
Por todo lo anterior, el técnico invita a tener en cuenta las siguientes reflexiones: "Los documentos deben estar en archivos de acceso público para uso de todos los ciudadanos; y una investigación que no se basa en documentos de acceso público carece de garantías y veracidad". Asimismo, cree que es necesario que valoremos nuestro patrimonio, como el que poseen la Catedral y Salamanca, ambas más ricas desde este miércoles por la inlusión de los seis escritos medievales.