Hace poco más de un año, Salamanca24horas publicaba un artículo que alertaba de las largas listas de espera del Servicio de Urología de Salamanca. Una situación que acumulaba a más de 1.700 personas, que esperaban a ser citadas por primera vez, lo que suponía el 85,7% del total de la comunidad autónoma. Quince meses después, el estado de este servicio empeora, pues según varias denuncias por parte de los pacientes, a la 'desesperada' espera se le suman la ausencia de diagnósticos acompañada de un trato protagonizado por la prepotencia y la falta de empatía por parte de algunos de los doctores.
Es el caso de M.P.D., una mujer de 48 años que lleva dos años luchando por ser escuchada en el Servicio de Urología del Hospital de Salamanca y que ha tenido que enfrentarse a contestaciones de los profesionales tales como: "Es lo que hay, la experta soy yo" o "Pues que te opere él", apelando a otro compañero del servicio. La protagonista de esta historia sufre de incontinencia urinaria, una patología que, según ha asegurado su hija, "afecta muy negativamente a la calidad de vida del paciente y limita su vida social y personal, además de los dolores y las incomodades que conlleva".
Dos años sin diagnóstico y esperando un tratamiento. Una odisea que comenzó en enero de 2022, cuando M.P.D.decide acudir al médico de familia, quien, tras valorar sus dolencias, decide derivar a la paciente al Servicio de Urología del Hospital de Salamanca. Tras no recibir noticias cuatro meses después, la afectada decide volver al médico de familia, donde le responden que debido a un "olvido del médico", aún no ha sido citada para el servicio en cuestión. "Un descuido que ya genera cuatro meses de retraso que podrían habrese evitado", declara su hija.
Sería en julio de 2022 cuando la paciente se enfrenta a su primera consulta en Urología, donde se sometió a la paciente a una flujometría que concluyó con resultados positivos y se le solicitó una posterior uretrocistografía. Varios meses después, M.P.D. recibió una llamada del Hospital en la que se le indica que esta última prueba se le realizará en Madrid, y "no indican si existe algún tipo de ayuda económica que pueda compensar los gastos que suponen desplazarse a otra Comunidad Autónoma", un gasto que al final fue asumido por la propia paciente. Los resultados de esta última prueba, apuntan a que la paciente padece cistocele, el sídrome de la 'vejiga caída' y se le pide una segunda cita en el Servicio de Urología del Hospital de Salamanca, notificación que tarda en llegar otros tres meses.
Bajo la desesperación que le supone a la afectada el tiempo de espera y la falta de tratamiento, esta decide consultar la carpeta del paciente del Sacyl, en la que descubre que su patología podría tratarse de "divertículo uretral, que necesita cirujía para extirparlo".
Es en febrero de 2023 cuando madre e hija se presentan en Urología, donde la doctora que las atiende "no menciona en ningún momento el divertículo uretral que estaba registrado en la carpeta del paciente" y además, "no conoce el historial de la paciente así que solicita volver a comenzar con el proceso". Al preguntar a la profesional directamente sobre el divertículo, su respuesta es que no tiene seguridad, que preguntará a sus compañeros y que las llamará al día siguiente. Una llamada que tarda dos días, y en la que se les comenta a madre e hija que tras la incertidumbre del diagnóstico, "lo mejor será realizar unos estudios urodinámicos y una citoscopia".
Dos meses después, y el día de la prueba, los profesionales señalan que "ninguna persona de las que allí se encontraban conseguía sincronizar el ordenador ni la máquina encargada de realizar los estudios", hecho que hizo sentir "muy incómoda" a la afectada, pues "le hicieron sujetar los cables y la petaca del ordenador".
Ya en abril de 2023, ambas acuden a una cita con la doctora en cuestión, que por fin cuenta con un diagnóstico claro: vejiga acontráctil. Ante la resolución de su patología, se necesita derivar a la paciente a Rehabilitación y se le nforma de que "su dolencia no se puede operar". "No nos explican nada sobre el tratamiento, su duración o sus riegos", explica la hija de la afectada.
Tras realizarse una resonancia magnética, ya en noviembre del mismo año, las pacientes se vuelven a reunir con la doctora de Urología. En la cita, la profesional les pregunta "qué tal va el tratamiento", tratamiento que aún no se había comenzado. Ante la sorpresa de M.P.D., esta explica que "el tratamiento aún no ha empezado y sigue con dolores y molestias" y procede a preguntar si sería posible "repetir las pruebas", a lo que la profesional responde que "no, es lo que hay, la experta soy yo". "Nos dijo que si no estábamos conformes, nos fuéramos a otro sitio", explica la hija.
M.P.D, presa de los nervios explica que lleva más de dos años para curar su patología y la doctora responde que "su patología no es urgente y que su vida no estaba en peligro". Tras preguntar sobre la gestión del plan de Rehabilitación y ante el desconocimiento de la doctora, la afectada rompe a llorar, a lo que la doctora contesta que "va a llamar a seguridad".
Reclamaciones, apertura de expedientes y una recogida de firmas
Es por todo esto que las afectadas abrieron una página ( https://chng.it/RFBW5qpZBJ) que serviría para recoger firmas por el descontento general de la situación del Servicio de Urología del Hospital de Salamanca. Página que en menos de una semana ya ha llegado al 80% de firmantes del objetivo fijado. Además, tanto M.P.D. como su hija se han lanzado a reclamar ante el Sacyl el trato recibido.
No satisfechas con que se haga justicia con ello, ambas han denunciado la situación ante el Procurador del Bien Común, quien ha considerado oportuno abrir tres expedientes hacia el Servicio de Urología de Salamanca:
1. 1741/2023: Lista de espera para tratamiento de rehabilitación del suelo pélvico en el Hospital Clínico de Salamanca.
2. 1742/2023: Lista de espera en el servicio de urología del Hospital Clínico de Salamanca.
3. 1743/2023: Disconformidad con la asistencia sanitaria y el trato recibido por parte del Servicio de Urología del Hospital Clínico de Salamanca.