La 'estafa del retrovisor' se trata de un truco añejo, donde se simula un accidente, un pequeño encontronazo donde la parte afectada es siempre un espejo, al que cada vez se suman más víctimas tras su nueva puesta de moda. Concretamente, el engaño se produce cuando los estafadores simulan que el conductor elegido como “víctima” le ha roto el espejo retrovisor, pidiéndole que se lo arregle pagando ‘in situ’.
Así, los estafadores, bajo la excusa de tener un vehículo de alquiler, y explicar que tienen prisa por marcharse, realizan ante la víctima una serie de llamadas que en teoría son su compañía de seguros. Aunque lejos de ellos, esta acción forma parte del plan para que la víctima caiga en el engaño, ya que tras la llamada le exponen que los trámites en caso de accidente con un vehículo de otro países un proceso lento y con un alto coste económico.
Por lo que les recomiendan agilizar todos los trámites pagando el arreglo en efectivo, asegurándoles que posteriormente ese dinero lo reembolsarán a través de la aseguradora, según informa La Razón, a través de un tweet de alerta de los Mossos d'Esquadra.
De esta manera, si la víctima acepta podría ser estafada con entre 1.200 y 1.500 euros.