Como cada 1 de enero, llega la tradiciónde conocer al último bebé del año que termina y el primero del que empieza, ySalamanca no iba a ser menos. Esta vez ambos han sido niños y, aunque para lospadres la fecha es lo de menos mientras el pequeño nazca con salud, es unbonito recuerdo tener el privilegio de haber nacido en estos días.
Alejandro fue el último bebé de 2019:llegó la madrugada del día 31 a las 03:45 horas y pesó 3,080 kg. Sus padres,los salmantinos David Sánchez y Rosana Marcos, contaban alegres que “hemosdespedido el año por todo lo alto, mejor manera imposible”. El parto, tal ycomo detallan, estaba previsto entre el 28 y el 1, y aunque preferían que suprimer hijo naciera ya en 2020, no les preocupa: “Preferíamos el 1 pero hasalido todo bien, que es lo más importante, no ha habido complicaciones denada”.
El primer niño de 2020, sin embargo, hasido mucho más madrugador. Leo nació a las 07:18 de la mañana con un peso de2,800 kg. Con caras aún de sueño y cansancio, sus padres, Jesús Vicente y MaicaGonzález (residentes en Villares de la Reina), cuentan que aunque pasaron lacena de Nochevieja en casa, la madre ya tenía contracciones. Por eso, sobre las4 de la mañana se dirigieron al hospital, donde nació el niño tres horas mástarde.
El parto, tal y como detallan, sedesarrolló sin complicaciones, ya que es su segundo hijo. Jesús, además,contará con la suerte de tener 12 semanas de baja laboral por paternidad, cuatromás que el año pasado: “Vienen bien las 4 semanas de más que me van a dar, esde agradecer”.
David Sánchez y Rosana Marcos, los padres de Alejandro, el último bebé de 2019 en Salamanca.