A quienes más perjudica la situación de sequía que vive la provincia de Salamanca es a los agricultores y ganaderos charros. Los trabajadores del campo dependen, fundamentalmente, del agua de las precipitaciones y de la que proporcionan los embalses, especialmente cuando su explotación es de regadío o de pastos para los animales.
Pero si el 2017 fue nefasto para los intereses del campo charro, las esperanzas para este 2018 no son mejores, como confirma a SALAMANCA24HORAS el presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Salamanca, Juan Luis Delgado, quien detalla que “estamos en unos niveles más bajos” respecto a la capacidad de los embalses.
Y es que esta mala situación ha hecho más mella en la provincia charra, pese a que Salamanca se encuentra en una media ligeramente superior a la de Castilla y León respecto al volumen almacenado. “Si en Castilla y León normalmente estamos al 40%, ahora estamos al 27%, y además lo que ha caído en el año hidrológico (desde septiembre hasta ahora) en Salamanca es la menor cantidad de toda Castilla y León”, explica Juan Luis Delgado.
Así, en el embalse de Santa Teresa han caído unos 121 litros por metro cuadrado desde septiembre, y en Irueña cerca de 130, lo que provocan los niveles más bajos de la Comunidad y “unas capacidades que no permiten ser positivos con los cultivos de regadío”, afirma el presidente de Asaja Salamanca.
Sin embargo, Juan Luis Delgado guarda alguna esperanza, ya que “si sigue así el tiempo, inestable, todo agua es buena, y confiamos en que la situación se vaya recuperando y podamos vivir una campaña de regadío aceptable”. Y es que “solución a la climatología no nos la puede dar nadie, ni el Ministerio”, lamenta.
Por ello, muchos agricultores están desviando bastantes tierras que destinaban al regadío para otros cultivos, especialmente de secano ahora en invierno, concreta el presidente.
Otro año como el 2017 sería fulminante para el campo salmantino
Juan Luis Delgado asegura a este medio que los trabajadores del campo están indecisos y viven con el riesgo de la incertidumbre, motivo por el que muchos de ellos se han decidido a contratar un seguro. “Basta que haya perjuicios para contratar un seguro en cualquier circunstancia, como ocurre con todo en la vida”, recuerda. Por ello, este año hay más pólizas contratadas que ningún otro, ya que “cada vez hay más riesgo”.
El presidente de Asaja Salamanca tiene malos augurios, ya que “si tenemos otro año como el pasado, no es que dejemos de ganar y sólo cubramos coste, es que todo lo que estamos poniendo sobre las tierras estará perdido”. Como recuerda, el año pasado muchas tierras no dieron cultivos ni tampoco hectáreas.
Así, no habla de una cantidad exacta a la hora de cuantificar, ya que es difícil, las posibles pérdidas si se mantiene esta situación de sequía, ya que “cada explotación es un mundo”, pero sí detalla que están “trabajando a pérdidas y, si viene otro año como el pasado, seguramente se produzca el cierre de muchas explotaciones”. Y es que “no podemos subsistir sin dos años de beneficios” algo que es imposible no sólo por el campo, “sino porque tenemos familia”.
Además, Juan Luis Delgado recuerda que, por lo general, la agricultura y la ganadería son sectores “donde tenemos normalmente poquito beneficio”, ya que con lo que ganan suelen cubrir los costes de producción.
Sólo los embalses del sur de la provincia proveen los cultivos de regadío
Al ser preguntado, el presidente de Asaja Salamanca confirma que “ni Aldeadávila ni Saucelle” proveen en ningún caso de suministro a explotaciones agrícolas, ya que son para la producción hidroeléctrica y, además, “no tienen las infraestructuras necesarias” para ello. Sí que las tiene el embalse de Almendra, que “administra red a muchas poblaciones y, en algunos casos, especialmente ganaderas, pero regadío nada”.
Por ello, los únicos embalses que proveen los cultivos de regadío de Salamanca son los de Santa Teresa, Irueña y Águeda, cuyo “volumen en este momento es ridículo”, lamenta el presidente de Asaja Salamanca, quien matiza que “es ahora cuando tienen que coger la capacidad”, ya que la temperatura y las horas de sol son propicias. De lo contrario, cuando los días sean más largos y la temperatura más cálida, “será más difícil”.
Respecto a si el tiempo actual es beneficioso para los cultivos, Juan Luis Delgado afirma que “lo normal es que haga frío, y no debería ser perjudicial”, aunque sí observa que ciertas siembras se han hecho muy tarde debido al tiempo del año pasado, y a esas semillas “le han caído las heladas muy pronto, y ciertos cultivos para su germinación necesitan una temperatura más alta de la tierra. Pero, la siempre normal, “ahora tendría que estar en ‘stand by’ y sufrir un aletargamiento hasta dentro de un mes”.
La Mesa de la Sequía advierte que la falta de agua en el Duero sigue siendo preocupante
Precisamente en la mañana del pasado viernes 11 de enero se celebró en Madrid la reunión del Grupo de Trabajo de la Sequía, en el que participan, además de responsables del Ministerio de Agricultura, miembros de la Aemet, Enesa y Agroseguro, cooperativas y organizaciones agrarias, entre ellas Asaja.
En la reunión se constató con datos actualizados que, a pesar de las precipitaciones registradas los últimos días, la falta de reservas de agua sigue preocupando en la cuenca del Duero. En este sentido, Donaciano Dujo, presidente de Asaja Castilla y León, ha advertido que, después de una campaña catastrófica, “este año es más importante que nunca que las administraciones valoren cómo avanzan las reservas y aporten estudios fiables sobre las disponibilidades de agua que pueda haber para el sector”.
El miedo de los agricultores ha quedado patente en las cifras de suscripción de seguros aportadas en la reunión. En lo que se refiere a Castilla y León, según los datos proporcionados por el subsecretario de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad, se han asegurado cerca de 1,5 millones de hectáreas de herbáceos de invierno, cuando lo habitual es algo más de un millón.
Por ello, Asaja ha pedido a la administración “que amplíe sin demora el presupuesto dedicado a apoyar el aseguramiento, para que la buena noticia de la ampliación del número de pólizas no quede empañada por una reducción de la subvención que recibe cada una”. En este sentido, Donaciano Dujo ha recordado que en los últimos tiempos se ha invertido el porcentaje que pone la administración y el agricultor para financiar el seguro: “si antes la administración ponía el 60 por ciento y el agricultor el 40%, ahora es al revés, es el agricultor el que asume la mayor parte”.
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