Alejandro Pérez de la Sota y María de los Ángeles Carpio se han estrenado este viernes como nuevos concejales no adscritos del Ayuntamiento de Salamanca en una sesión plenaria que ha terminado ‘caliente’.
Un pleno en el que también se ha materializado el paso al Grupo Mixto de Ignacio Rivas, que sumado a los anteriores cambios se materializan en un mayor número de intervenciones. Una sesión que ha contado con la presencia de Bomberos del Ayuntamiento con una camiseta reivindicativa: "Bomberos quemados". Un simíl, quemados, de lo que ha acabado siendo el pleno a partir de una moción de la nueva concejala no adscrita donde solicitaba la cancelación del centro de inmigrantes de Puente Ladrillo, por “su impacto negativo en la seguridad, la economía y la estabilidad social de Salamanca”.
Carpio ha asegurado que Salamanca no está “preparada” para el centro de acogida y ha afirmado que los vecinos de Puente Ladrillo han comenzado “a notar el descenso en el valor de sus propiedades debido a la incertidumbre, impulsando la venta anticipada de inmuebles”. Del mismo modo, ha vinculado el incremento de la delincuencia en las ciudades donde se han abierto estos tipos de centros.
Unas declaraciones criticadas por el PP y por el PSOE, aunque en mayor medida por este último grupo. Myriam Rodríguez (PP) ha puesto el foco en la desinformación y “el ocultismo” del Gobierno y en que la subdelegada “ha engañado a la asociación de vecinos”. Precisamente, ha criticado que la polémica debe centrarse en esa desinformación y no en “utilizar esto de forma populista y demagógica. Vincula delincuencia e inmigración y eso no es justo ni necesario”, ha añadido, concluyendo que “la ciudadanía no se merece un gobierno que nos engañe y no les tenga en cuenta”.
“Tengo una ONG, por si no lo sabía, y ayudo a más de 1.000 personas negras. Yo de racista tengo bastante poco”
José Luis Mateos, como portavoz del grupo, ha referenciado palabras del alcalde de la ciudad con la llegada de refugiados por la guerra de Ucrania para criticar su postura: “¿Decir que Salamanca es una ciudad hospitalaria, pero solo si el color de piel de los que vienen nos convence?”
En mayor medida ha afeado la moción de la concejala no adscrita: “El planteamiento de su moción provoca criminalizar a personas” y ha concluido que la sociedad salmantina “es mucho más tolerante que sus representantes”.

Estas palabras han sido contestadas inmediatamente por María Carpio haciendo referencia a su vida personal: “A mí de racista no se me puede acusar, tengo una hija negra y llevo más de 14 años dedicando mi vida a la cooperación. Tengo una ONG, por si no lo sabía, y ayudo a más de 1.000 personas negras. Yo de racista tengo bastante poco. Conozco de primera mano la pobreza de verdad y la miseria, a mí eso, por favor, jamás me acusen”, ha defendido.
“Qué vergüenza de mujer”: María García, sobre las declaraciones de María de los Ángeles Carpio
A continuación de esas palabras, ha vuelto a relacionar directamente la apertura de “centros de menas” con el incremento de la delincuencia: “En Barcelona el 70 por ciento de los autores de robos con violencia son menas. En Madrid en los alrededores de centros similares se han multiplicado las agresiones sexuales y en Valencia los comerciantes de barrio han denunciado el aumento del 200 por ciento en hurtos y actos vandálicos”.
En esa línea, ha declarado que “Salamanca no va a ser diferente, no es inmune. Si abrimos ese centro sin control, las consecuencias serán las mismas y el impacto en la economía ya se siente. Es una cuestión de justicia para Salamanca”.
Justo al mencionar esas palabras la concejala socialista, María García, se ha levantado y se ha ido momentáneamente de la sala diciendo: “Qué vergüenza de mujer”. José Luis Mateos, por su parte, en vez de contestar "a favor", "en contra" o "abstención" a la votación de la moción la moción, lo ha cambiado por un: “no al racismo”.

El alcalde tajante, “la subdelegada mintió”
Para finalizar el pleno, María García ha tomado la palabra para hacer un ruego que se ha convertido en una crítica a Myriam Rodríguez: “He estado hablando con la asociación de vecinos de Puente Ladrillo y nos dicen que sus declaraciones son mentira, que no han dicho nada de eso y que deje de meter mierda y bulos en el barrio”.

En ese sentido ha añadido que la asociación le ha asegurado buenas palabras sobre la subdelegada, “al menos ha dado la cara, no como el alcalde que le importa una * el barrio”. Del mismo modo, ha recalcado que “se han dicho verdaderas barbaridades aquí y no se pude utilizar un peno para desestabilizar un barrio”.
Respecto a las declaraciones sobre la subdelegada, Carlos García Carbayo ha terminado por intervenir: “La subdelegada mintió -refiriéndose a la asociación de vecinos” si le dijo que el Gobierno no había tomado una decisión, porque nosotros tenemos documentación en la que se acredita, de manera repetida, que esa decisión estaba tomada por lo menos desde noviembre. La subdelegada ha mentido a los vecinos y ha dicho la misma mentira que el delegado, porque desde noviembre está tomada la decisión”, ha concluido Carlos García Carbayo.
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