“Pese a lo ocurrido el pasado domingo, no hay que olvidar que el COVID-19 sigue existiendo y la pandemia sigue estando ahí”. Así de clara se ha mostrado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en su comparecencia tras la celebración del Consejo de Gobierno en la que por el momento no se han aprobado nuevas medidas restrictivas ya que desde el Ejecutivo autonómico prefieren esperar para ver el impacto que puede tener el fin del estado de alarma.
Si bien la situación está estabilizada, tal y como ha reconocido Casado, lo cierto es que Salamanca sigue en riesgo medio y, aunque tiene una tendencia al descenso, se continúa “lejos de la incidencia aceptable” que se cifra en un máximo de 50 casos por cada 100.000 habitantes, motivo por el que ha pedido precaución a todos los ciudadanos.
De hecho, ha añadido que en las últimas semanas se está dando un aumento de ingresos en personas más jóvenes en las unidades de cuidados intensivos (UCI) en comparación a otras olas. De hecho, en Salamanca el 44% de los pacientes ingresados en UCI son menores de 60 años, lo que supone una cifra superior a la media de la Comunidad.
Este aumento se debe, principalmente, a que la vacunación entre los mayores de 60 años está muy avanzada, con más del 90% con al menos una dosis, lo que está reduciendo notablemente tanto el ritmo de contagios como, sobre todo, la letalidad y la gravedad del COVID-19.
Por ello, además de congratularse por el gran ritmo de vacunación, Verónica Casado ha animado a todas las personas a vacunarse cuando les toque, ya que es la solución para terminar con la pandemia y da gran seguridad no solo a las personas vacunadas, sino a todas las de su alrededor.
Un suministro “preocupante e irregular”
Asimismo, la consejera de Sanidad ha denunciado que Castilla y León está teniendo un suministro “preocupante e irregular” que está impidiendo vacunar a un mayor ritmo, y ha lamentado que muchas de las vacunas que están llegando durante esta semana irán destinadas a cumplimentar la segunda dosis del fármaco.
Una de las vacunas que están llegando en menor medida de los deseable son las de Janssen, que cobran un papel fundamental al haber sido aprobado su uso en el grupo etario de entre 50 y 59 años. La misma también se inoculará a personas a las que hacerles un seguimiento de la segunda dosis es más complicado, ya que se trata de un fármaco monodosis.
Por último, respecto a las personas que no pueden ser vacunadas por haber sufrido el COVID-19 en fechas recientes, la consejera ha asegurado que van a ser “recaptadas” en el futuro a través de llamamientos para que acudan a los diferentes puntos de vacunación.