Las intoxicaciones ocasionadas por culpa de las fuentes de calefacción en los hogares son un auténtico quebradero de cabeza para los servicios de emergencias, y más teniendo en cuenta la época del año en la que estamos y la frecuencia con las que se producen.
Primeramente, han aconsejado estar pendientes de una serie de síntomas: si tenemos mareos, dolor de cabeza, vómitos, calambres o, en el peor de los casos, desvanecimiento súbdito, tendríamos que alejarnos rápidamente de cualquier tipo de aparato de calefacción.
Del mismo modo, habría que abrir puertas y ventanas y avisar de forma inmediata al 1-1-2 para evitar la intoxicación por monóxido que se produce tantas veces en los hogares de Castilla y León.
Asimismo, habría que tener en cuenta que cualquier de estos síntomas podrían no deberse a este motivo, y habría que acudir a un profesional sanitario.