Seis agentes de la Policía Nacional, el oficial Mario junto con los agentes Moreno, Garrido, Alfonso, Domínguez y Carlos, pertenecientes a la Unidad de Caballería de Madrid, llevan presentes en Salamanca desde el pasado jueves con sus equinos Telva, Tecaria, Hereje, Falce, Polca y Yogur, con motivo de la celebración de la feria agropecuaria 2024.
Este es ya el sexto año que efectivos de esta Unidad se movilizan para asistir a esta feria, con el fin de guardar el orden y garantizar la seguridad ciudadana. Una feria de la que se despiden ya este martes y de la que dicen que “se caracteriza por ser tranquila” pese a reconocer su gran afluencia de público.
Entre sus principales funciones, los agentes de la Unidad de Caballería de Madrid indican que “somos llamados para controlar grandes masas de público por la visibilidad que tenemos desde el caballo para prevenir y cumplir que no haya incidentes”. Concretamente, su labor en Salamaq ha estado en patrullar toda la zona del recinto, incluido el parking donde cada año se producen grandes aglomeraciones y atascos con los vehículos que intentan acceder a esta feria, considerada ya como un gran reclamo turístico en la provincia.
Además de acudir hasta Salamaq, el agente Alfonso explica que “a parte de los partidos de futbol, donde más se nos requiere, y realizar patrullas diarias por Madrid, acudimos hasta las Comisarias que nos llaman por la realización de grandes eventos o fiestas patronales de las ciudades”. También añade que han estado en Galicia durante dos meses por los incendios dos meses colaborando con Pladiga (Plan de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales de Galicia) y en Santander por la Operación Verano por la costa. A mayores suelen realizar exhibiciones en colegios o en lugares como la plaza de toros de Salamanca donde hacen un año mostraron su trabajo, para que el público tome consciencia de su importante labor y conozcan más cerca su funcionamiento como Unidad.
Y aunque su labor se asemeja mucho a la de los Policía Nacional de a pie que patrullan en vehículos, desde la Unidad de Caballería de Madrid matizan que “con los caballos tenemos más accesibilidad a puntos como jardines o parques donde con un coche no se puede acceder”.
En lo que respecta a patrullar, lo hacen también en pareja, aunque advierten de que “normalmente nos movemos por equipos de seis caballos o subgrupos de doce”.
En este aspecto manifiestan que en cuanto a trabajar con un caballo “hay que tener más cuidado cuando se identifica a alguien y hay que cachearlo”. También reconocen que “lo que impone un caballo no lo imponen diez policías cuando hay que desalojar una zona de disturbios. Un caballo equivale a unos diez policías aproximadamente, por eso en una feria como Salamaq donde hay unas 25.000 personas con seis caballos está más que cubierta”.
Además, por normal general a cada agente se le asigna un caballo que será su compañero de trabajo hasta que llegue el momento de su retirada. “Cuando el caballo acaba su periodo de doma y se ha probado con el jinete toda la serie de estímulos, se le asigna al funcionario sobre los 5 años y ese el caballo con el que va hacer la patrulla siempre, salvo que esté de vacaciones y tenga que cogerlo otro funcionario para que no quede estabulado o debido a una lesión”.
En el caso de los caballos que forma parte del Cuerpo Nacional de Policías la doma es primordial al encontrarse sometidos a alteraciones fuera de lo normal para un equino: “El Ministerio del Interior y Defensa tienen un convenio y ellos nos ceden los potros con 3 o 4 años. Primero se le hace una doma normal como a todos los caballos y después tienen una doma más específica con estímulos especiales con aros de fuego, botes de humo, saltando reparos etc.”.
En la actualidad, la Unidad de Caballería de Madrid cuenta con 40 equinos, aunque, el agente Alfonso indica que a nivel nacional hay tres unidades de caballería que están ubicadas en Valencia, Sevilla y Madrid, junto con la suya, la Unidad Central, que es la que presta ayuda a las otras tres y se van desplazando por aquellos lugares donde se les requiere. Entre todas, la cifra de caballos asciende a 200 ejemplares.
En el momento de la retirada del equino, los agentes especifican que “los caballos posteriores al año 2015 se los queda la Asociación K9”, aunque insisten en que “el jinete que lo ha tenido durante los años de trabajo tiene preferencia”. En cuanto a los caballos que son anteriores a 2015 son subastados en la subasta organizada por el Servicio de Cría Caballar de las Fuerzas Armadas.
Cabe destacar que su labor también traspasa fronteras. De hecho, confirman que recientemente un subgrupo de la Unidad de Caballería de Madrid se ha desplazado a los juegos olímpicos de París durante un mes en colaboración con la policía francesa y portuguesa.