La caída del Partido Popular en estas últimas elecciones ha llevado al bipartidismo a su cota más baja de la historia tanto en votos como en escaños. Así, la suma de PP y PSOE llega a un 45,38% del total y descienden por primera vez de la mitad tras la también caída del PSOE anterior, que ha crecido ahora recuperando los resultados y superando incluso los que consiguió Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011.
Así, desde 1989, momento en el que el Partido Popular se presentó con este nombre a sus primeras elecciones generales, el resultado nunca ha sido tan bajo, si bien es cierto que hasta las últimas elecciones, sumando los dos comicios de 2015 y 2016, nunca hubo tampoco un partido con tanto apoyo, mucho menos tres.
De esta manera, el bipartidismo siempre fue creciendo desde esta fecha, en la que llegaron al 65,39% de los votos hasta su máximo, en 2008, en el que obtuvieron 83,81%. Desde entonces, en solo once años, ha caído a casi la mitad.
En 2015 ya estuvieron al borde de perder la barrera del 50%, quedándose en apenas siete décimas por encima. Este resultado creció ya en 2016 hasta por encimad el 55%, pero ahora ha vuelto a bajar el porcentaje hasta el 45,38%.
Al mismo tiempo, las otras opciones mayoritarias han llegado a su punto más alto. Desde los casi anecdóticos resultados por debajo del 10% ha llegado a encontrarse por encima del 40% tras el crecimiento de Ciudadanos y la aparición de Vox. No en vano, en 2015, ya se encontraban en el 38,5%, aunque descendió después hasta el 34,41%.
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