El maleficio de Unionistas fuera de casa se agranda más. Los charros cuajaron un partido de muy bajo nivel y estuvieron superadísimos ante un Tarazona que fue a por la victoria desde el minuto 1. Los aragoneses aprovecharon la expulsión absurda de Mikel Serrano en el minuto 46 para acabar llevándose el duelo con un testarazo de Pradera (1-0).
El once titular de Dani Llácer estuvo formado por Iván Martínez en la portería; Mikel, Vergés, Ramiro e Imanol en defensa; Tavares, Rabadán, Álvaro Gómez y Pau Martínez en la medular; y con Jonny Arriba y Gorka Santamaría en ataque.
Los tres primeros minutos marcaron cuál iba a ser la tónica de la primera mitad. El Tarazona, mucho más atento en las disputas y en las segundas jugadas para poder cercar la meta charra; Unionistas, despistado y lento en todas esas acciones.
Y así fue empujando el equipo local a los blanquinegros hacia su meta. Empezó con dos disparos altos de Manu Rico y, sobre todo, con un potente lanzamiento de Areso desde dentro del área que obligó a Iván Martínez a volar.
Los de Llácer, que estaban superados en la medular y no fueron capaces de disparar entre los tres palos antes del asueto, tan solo llegaron dos veces al área con sendos chuts desviados de Jonny Arriba. El pitido final de la primera mitad llegó sin goles y muchas correcciones por hacer por parte del técnico unionista.
Si Unionistas estuvo mal en la primera mitad, se quedó sin opciones a los cien segundos de volver del descanso. Mikel Serrano entra con la pierna levantada e impacta en la cabeza de un rival. Roja. Justa, clara, innecesaria y absurda. Y también condenatoria. Ya solo quedaba esperar que el Tarazona ejecutase a Unionistas.
Los cambios tampoco le dieron nada más a un equipo hundido físicamente, que es incapaz de mantener un buen ritmo los noventa minutos y que estaba abocado a la derrota.
Rastrojo, que entró en la segunda mitad, se tuvo que retirar lesionado. Y el Tarazona, a diez minutos para el final, marcó el 1-0. Fuentes remata de cabeza al travesaño y Pradera remacha a la red. Fue el golpe definitivo a un Unionistas que estuvo en la lona desde el minuto 1.