Menor de edad. Desde Estados Unidos a Salamanca. Sin poder hacer lo que más le gusta: jugar al fútbol. Esa es la historia de Steffan Witmer (2006), un juvenil de segundo año que lleva desde julio en el Liga Nacional de Unionistas.
El coordinador de la cantera de Unionistas, Juan García, explica cómo llega Steffan a Unionistas: “Estamos valorando opciones fuera de Salamanca y de España para seguir potenciando la cantera de Unionistas en busca de talento. Durante estos meses hemos abierto una vía con Estados Unidos y aparece a través de un contacto, que estaba realizando una prueba en Granada. Se le invita a entrenar y decidimos ofrecerle quedarse en el club”.
Steffan Witmer lleva en la cantera de Unionistas desde julio, pero tan solo pudo jugar un par de partidos amistosos en pretemporada. El club se ha volcado con él e incluso ha entrenado con el primer equipo. El problema para que juegue es un sinfín de trámites legislativos, ya que el chico es menor. “Necesita NIE, unos tutores legales en Salamanca, que agradecemos la familia que ha acogido al chico en Machacón. Ya tenemos el NIE, que tardó tres meses, ahora hemos pedido el transfer y otros papeles a la Federación de Castilla y León. Estamos pendientes de que nos valide la Federación de Salamanca. Tenemos la esperanza de que en cualquier momento nos llegue el transfer al correo y pueda participar pronto con el equipo”, enumera el propio Juan García.
Ramiro Mayor, jugador del primer equipo, también forma parte del cuerpo técnico del Juvenil de Liga Nacional. “Las expectativas que teníamos, las mejoró. Es un delantero muy físico, mide más de metro noventa, tiene calidad y mucha potencia física. Tiene unas condiciones y una manera de entender el fútbol que le hacen tener potencial. Luego es muy amable y está para todo lo que se le necesita. Tenemos muchas ganas de que pueda jugar ya. Estamos intentando enseñarle a ser más duro en los duelos y luego tiene que mejorar en la toma de decisiones porque a veces es demasiado compañero y le cuesta ser el protagonista”, explica el central del primer equipo.
Su técnico Raúl Fuentes ha estado muy cerca del delantero estadounidense en estos meses. “El día a día para Steffan es estar muy centrado en el fútbol y estar a nivel condicional y mental para cuando esté disponible su licencia federativa. Pero también va poco a poco aprendiendo el idioma y la cultura española. Es un día a día de un chico de su edad pero su esfuerzo es notable para implicarse en la cultura española y también en el equipo”, admite Raúl Fuentes.
El propio entrenador reconoce que los primeros días del jugador fueron complicado en cuanto a comunicación: “En un inicio tuvimos que adaptarnos como cuerpo técnico a su particularidad. Hicimos muchos ejercicios con cartulinas para que todos fuésemos familiarizándonos. Poco a poco, el fútbol es un deporte universal. Para él no era difícil interpretar lo que pedíamos y familiarizarse con sus compañeros. Nos ha hecho llegar sus preocupaciones. Y siempre lo ha hecho muy fácil”.
Los compañeros también se han volcado en la integración de Steffan y se muestran muy felices con él. “Se han volcado. Ha tenido mucha suerte de coincidir con este grupo humano y es cierto que el chico también ha puesto de su parte para entablar conversación. Siempre hemos visto que se preocupan mucho de él y los que más controlan el inglés se acercan para comentarle lo que hay que hacer si no lo entiende. Entre cuerpo técnico y los chicos, la adaptación es total. Se siente muy querido y nos hace llegar su afecto”, concluye Raúl Fuentes.
El principal protagonista, Steffan Witmer, se mostraba muy alegre durante el entrenamiento con la llegada de SALAMANCA24HORAS y explicaba su situación. "No puedo esperar para jugar mi primer partido con Unionistas. Hasta ahora, he tenido una experiencia increíble y compañeros de equipo increíbles, que me tratan de manera asombrosa y me dan la bienvenida a pesar de que ni siquiera hablo su idioma. Les estoy agradecido y al cuerpo técnico también por enseñarme y ayudarme a desarrollarme como jugador. La familia con la que estoy viviendo también me trata muy bien. Entrenar con el primer equipo fue una experiencia espectacular y un paso hacia lo que es el fútbol profesional. Fue parte de un sueño hecho realidad, pero no me conformo con eso. Seguiré trabajando más y más duro para mejorar constantemente", admite Steffan Witmer.