A pesar de que el Ayuntamiento de Salamanca está reformando los "exteriores" del Reina Sofía, para colocar gradas de hasta cinco mil espectadores, nuevos vestuarios o techo en cada zona, existe un problema mucho mayor.
Con el estado del césped, los árbitros no permitirán que se dispute un encuentro de fútbol profesional. Nada tiene que ver que el césped sea artificial, sino que la superficie no está fija y hay zonas con boquetes o que, directamente, la hierba está arrancada y el apoyo no es seguro para los futbolistas.
Algunos jugadores de Unionistas ya se quejaban de esta situación la pasada campaña, puesto que apoyar en una zona no segura del campo podría derivar en una lesión grave, y también ha mostrado su preocupación el nuevo técnico, Hernán Pérez, tras su primera toma de contacto al pisar el Reina Sofía.