El Salamanca CF UDS cayó por 0-3 en el Helmántico ante el Rayo Cantabria en un partido en el que tanto el equipo, como la dirección técnica como el césped estuvieron lamentables.
El primer impacto visual fue un césped del estadio Helmántico muy deteriorado, con numerosas calvas que ni los tepes podían tapar. Esta situación dificultó la circulación de los dos equipos y lo más importante era evitar lesiones en los jugadores.
El Salamanca CF UDS inició con Eric Ruiz en la portería; Gustavo, Souley, Casada y Murua en defensa; Cristeto y Diego Benito en el doble pivote; y con Óscar Lorenzo, Juancho y Caramelo por detrás de Maikel. El delantero fue el más destacado de la primera mitad y rondó el gol tras un pase de Caramelo. Sin embargo, el 9 se topó con la intervención del meta local. Óscar Lorenzo y Caramelo también probaron fortuna. Sin suerte.
El paso de los minutos no despertó a un apático Rayo Cantabria, al que le faltó movilidad entre sus hombres de ataque. Pero le sobró pegada. En la segunda ocasión de los cántabros, llegó el gol. Izan asiste a Ángel para que este bata de disparo cruzado a Eric Ruiz al filo del descanso (0-1).
El arranque de la segunda mitad acumuló ocasiones claras para los dos equipos. Caramelo pudo empatar para el Salamanca CF UDS y Obeng (al palo) y Salinas pudieron hacer el segundo de los visitantes. El estruendo llegó con la decisión de Jehú de retirar a Maikel para meter a Javi Navas en la punta del ataque. Los gritos de "Dueñas, vete ya" estuvieron presentes durante algunos instantes en el Helmántico.
Mediada la segunda mitad, el Salamanca CF UDS quedó en evidencia en un balón parado. Córner del Rayo Cantabria y Dani González que entra completamente solo al segundo palo para cabecear picado al fondo de la red ante la pasividad de la defensa charra. 0-2. Y todavía iba a ser peor. Dos minutos después, en otro córner, el Salamanca CF UDS se introdujo la pelota en su propia puerta para el 0-3.
De ahí hasta el final, gritos contra la directiva, el banquillo y algunos jugadores. El pitido final dejó un Helmántico desangelado en el ambiente y con un césped convertido en un auténtico patatal.