Una Copa fría por el hielo que ponía el césped, pero caliente por la pasión de jugarse el pase a dieciseisavos de final de la competición a un partido es lo que se tomaban los aficionados de Unionistas de Salamanca Club de Fútbol y del Real Club Deportivo de La Coruña este domingo, cuando más de tres años después de la visita del Club Atlético de Madrid para medirse en este mismo torneo al Club Deportivo Guijuelo el 30 de noviembre de 2016, la provincia charra volvía a recibir la visita de una entidad perteneciente al fútbol profesional.
El Deportivo, colista de Segunda División, regresaba a tierras salmantinas por primera vez desde 1998 y lo hacía hospedándose el sábado por la noche en el Hotel NH Collection Palacio de Castellanos, de donde partía hacia Las Pistas, sede de su encuentro ante Unionistas de la segunda ronda de la Copa del Rey, para llegar al recinto a las 10:42 horas.
El técnico visitante, Fernando Vázquez, acaparaba los focos, lo que hacía que pasara inadvertida la entrada de los árbitros (el lugar estrenaba cuarto colegiado), a los que recibía el presidente local, Miguel Ángel Sandoval.
Cerca se encontraba Carlos de la Nava, que relataba a SALAMANCA24HORAS que se había levantado a las 9 de la mañana para desayunar y partir hacia el campo, el cual pisaba, como su entrenador, Jabi Luaces, para comprobar su estado.
"¡El área pequeña está congelada!", advertía Dani Giménez, en esta ocasión portero suplente del cuadro foráneo.
Los protagonistas estaban dentro del recinto. Los que se hallaban fuera habían puesto el despertador pronto, pues el aparcamiento para los aficionados era limitado por motivos de seguridad.
Por esa razón, algunos cogían el autobús (con frecuencias aumentadas desde la avenida de Mirat) y otros decidían ir a pie.
Independientemente de ello, todos esperaban hasta las 11 horas, momento en el que se abrían las puertas, con algunos hinchas congregados en ellas desde las 8 de la mañana.
Eso comentaban a SALAMANCA24HORAS los situados en un acceso y en otro, que demostraban que para degustar una Copa es innecesario trasnochar, aunque las peñas de los dos conjuntos se hermanaran antes de salir el sol.
Los primeros en entrar a las gradas eran el arquero invidente Daniel Martín, su familia y su perra guía, una espectadora más del encuentro.
Por otro habitáculo accedían los periodistas. Había más de 60 acreditados y la Real Federación Española de Fútbol únicamente mandaba 50 credenciales con petos, lo que dificultaba la tarea para controlar al personal.
Uno de los comunicadores que hacía acto de presencia era un japonés que, tras viajar desde Madrid, seguía las evoluciones del deportivista Gaku Shibasaki. Como integrante del Kashima Antiers, el nipón marcaba dos goles en la final del Mundial de Clubes el 18 de diciembre de 2016. Ese día, Unionistas, entonces en Tercera División, perdía 2-0 ante la Gimnástica Segoviana Club de Fútbol y ponía fin a una racha de 54 partidos sin caer, hecho que recogían programas de televisión.
Televisivo y ‘youtuber’ es Rodrigo Fáez, otrora estudiante de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, que grababa un reportaje sobre el duelo copero.
También filmaba, al lado de los banquillos, ‘El Chiringuito de Jugones’ (Mega). Su objetivo, los movimientos del preparador del Dépor.
Del conjunto gallego, precisamente, eran varios de los componentes de un palco en el que existía camaradería entre los políticos salmantinos de diferentes partidos.
De la Unión Deportiva Salamanca era jugador Ángel Medina de 1991 a 1999. Este domingo ejercía de ojeador.
Junto a él, se sentaban analistas del Club Atlético de Madrid, el Real Betis Balompié y el Real Club Celta de Vigo, cuyo responsable era el primero en tomar notas.
En la zona noble de Las Pistas también se reservaba espacio para Miguel Ángel Ortega, técnico del Perfumerías Avenida de baloncesto y, como confesaba esta semana en SALAMANCA24HORAS, abonado del Deportivo.
Para intentar entrar en calor, aunque tras el minuto 45 del choque desaparecía una intermitente neblina, el perfumero subía en el descanso a la zona reservada a la prensa.
En esos instantes, los bares se colapsaban, por lo que se anunciaba varias veces por megafonía cuándo se podría disponer de las pizzas encargadas.
Algunos las degustaban cuando Guille Andrés lograba el 1-0 para alegría de la afición salmantina.
La coruñesa se animaba con el 1-1 y se quedaba con las ganas de que Fernando Vázquez celebrara el pase de ronda con una de sus clásicas carreras por las calles de atletismo que rodean al terreno de juego, que, haciendo honor a su nombre y por cómo las había dejado el tiempo, eran Las Pistas… de patinaje.
La eliminatoria se solventaba en los penaltis, que provocaban un movimiento en masa hacia el lado en el que se lanzaban.
El definitivo lo anotaba José Ángel, último capitán de la Unión Deportiva Salamanca, bajo el ánimo de varios seguidores que desde el graderío principal y el secundario le pedían que lo transformara “por la Unión”.
Que los micrófonos le buscaran después, le otorgaba el papel de héroe tras otra unión: la de los aficionados. “¡Es de Primera! ¡El Dépor es de Primera!”, exclamaban los de Unionistas entre los aplausos de los futbolistas que vestían de verde y de su hinchada. “¡Unionistas de Salamanca!”, respondían los deportivistas con los jugadores clasificados ovacionándoles.
El madrugón merecía la pena para los fans locales, que se fotografiaban con sus ídolos para inmortalizar la nueva gesta charra.
El sol ya lucía en el cielo y en los rostros de los componentes de Unionistas, que en Copa sigue adelante con y sin niebla.
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