La bocina sonaba. El tiempo concluía. El del partido y el de la existencia del Sol Fuerza, principal club de fútbol sala de Salamanca. Eran cerca de las 20 horas de un sábado 6 de mayo de 2000. El lugar, el pabellón de Würzburg.
Han pasado 20 años desde entonces. Dos décadas sin que Salamanca tenga un representante en la máxima categoría de este deporte. Porque aquel día, el Sol Fuerza disputaba su último encuentro en la entonces denominada División de Honor (Primera División), que también suponía el que echaba el cierre a su historia, pues ese verano desaparecía.
Bustos, Villoria, Sánchez, Marcelo y Pipe (en 2004 quedaba campeón del Mundo con España) formaban parte del quinteto inicial de la plantilla charra en ese duelo. Raúl Izquierdo, Carlos, Eugenio, Chuchi, Raúl y Pablo también saltaban a la pista desde el banquillo para medirse al Industrias García, subcampeón de Liga la temporada anterior.
Era la última jornada del campeonato liguero 1999-2000 y el conjunto salmantino la encaraba con su descenso a División de Plata (Segunda División) consumado (terminaba en la penúltima posición, la 17). Por eso, la idea era agradar a la afición, aunque faltaba por confirmar que la entidad se extinguiría y que esa tarde sería la última que pasarían juntos.
En el recuerdo queda que el Sol Fuerza perdía 4-8, con goles locales de Raúl, Chuchi, Marcelo y Sánchez, y que lo más cerca que estaba de vencer era cuando el primero de ellos anotaba el 1-1.
Era un 6 de mayo de hace veinte años, pero el astro primaveral propio de esas fechas se escondía entre las nubes para desaparecer y nunca más volver a brillar. El Sol perdía su Fuerza.