Cristo Medina fue sinónimo de gol en Unionistas. El Ratón de Pueblonuevo, que estuvo dos años en el club blanquinegro, se convirtió en el máximo goleador de la historia y recuerda con mucho cariño su etapa en la entidad charra. Ahora busca un nuevo destino para la próxima campaña.
Adiós al Montijo. “Siempre es difícil irte de un club pero era lo mejor para ambas partes y ahora se ha cerrado una etapa. Ha sido un año muy bueno en lo individual y he podido meter nueve goles en veinte partidos. Colectivamente fue más difícil porque siempre luchamos por lograr la permanencia y al final lo logramos”
En búsqueda de un nuevo equipo. “Me veo con fuerza y con más ilusión que nunca. Este año atrás me ha hecho ver que todavía tengo mucha cuerda. Desde hace tres años estoy más cerca del área y fue un acierto porque hago menos esfuerzo y estoy más fresco para tomar decisiones dentro del área. Así me están saliendo las cosas bien y puedo hacer goles”.
¿Cuánta cuerda le queda a Cristo Medina? “Va a depender mucho de dónde vaya este año. Dependerá si me dedico a trabajar y a jugar al fútbol de forma semiprofesional me quedarán más años; si me dedico al fútbol profesional al 100%, quizá sea mi último año”.
¿Le sigue sorprendiendo el cariño de la gente de Unionistas? “No me sorprende porque siempre fueron unos fenómenos. Para mí siempre fue un orgullo estar allí y tengo contactos con alguno. Todo lo bueno que pase a Unionistas, me alegraré”
No sé si sueña con volver a jugar alguna vez y en el Reina Sofía. “Es muy complicado o imposible pero siempre tengo las ganas de jugar delante de esa afición. Ellos tienen otras prioridades, pero claro que me haría ilusión. Solamente ponerme la camiseta y jugar delante de esa afición, me encantaría”.
¿Le sorprendió la marcha de De la Nava? “Sí me sorprendió porque es muy querido, es de Salamanca y seguramente estuviese bien valorado. Pero es complicado estar en un sitio con tanta presión porque aguantaba mucho a sus espaldas. Le salió una buena oferta del Hércules y ha querido cambiar de aires. No sé exactamente qué ha pasado, pero le deseo lo mejor. Es un chico muy humilde y con mucha calidad. Siempre me trato muy bien”.
Su relación con Rubén Andrés. “Es una persona muy cerca, muy humilde y muy buena gente. A veces debería de ser un poco más capullo. Coincidí con él en Mérida y nada más que firmó le escribí un mensaje y le dije que iba a uno de los mejores clubes que hay. Y también le dije que si necesitaba un delantero barato y con gol, que me llamase”.