Construyeron dos puentes Bailey, repartieron comida en una de las zonas más desfavorecidas y pobres de Honduras e incluso montaron depuradoras de agua y grupos electrógenos. Fue la primera misión humanitaria del Regimiento de Especialidades de Ingenieros Nº 11, de Salamanca, de la que se cumplen ahora 25 años. Una misión que se recuerda en una exposición fotográfica que acaba de abrir al público en el patio del Palacio de La Salina y que es un homenaje a los militares salmantinos que participaron en la labor humanitaria. Una exposición que refleja “las consecuencias devastadoras del huracán que despertó una ola de solidaridad increíble en toda España”, ha asegurado el presidente de la Diputación, Javier Iglesias que ha destacado que casi el 80 por ciento del personal que conforma la unidad son salmantinos y que esta acción humanitaria fue la primera vez que el destacamento se desplazó en una misión.
Por su parte, el coronel jefe del REI 11, Luis Fernando Nuñez, ha asegurado que “la operación tenía un carácter humanitario en una de las regiones más pobres entre Nicaragua y Honduras donde el REI 11 construyó dos puentes”.
La exposición muestra la labor realizada por las Fuerzas Armadas a través de la Operación Alfa-Charlie, en coordinación con organizaciones no gubernamentales y la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Los efectos del huracán Mitch
Tras los efectos devastadores del huracán Mitch en Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, con vientos sostenidos de 290 km/h, provocando más de 10.000 muertos, un millón y medio de damnificados y daños económicos incalculables, el Ministerio de Defensa organizó una operación conjunta con carácter humanitario en la que intervinieron los tres Ejércitos. Por parte del Ejército de Tierra, en el REI n.º 11 se constituyó una Unidad de Ingenieros: “UING Salamanca”, para formar parte de la ayuda humanitaria del Estado español a las naciones de Centroamérica afectadas por el Huracán Mitch a principios de noviembre de 1998. Señalar que la región donde se materializó el apoyo de España era de las más pobres y desfavorecidas.
El Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11 de Salamanca fue el designado para la construcción de dos puentes sobre apoyos fijos tipo Bailey además de mejoras en innumerables infraestructuras y rehabilitación de más de 100 km de vías. Los puentes tendidos fueron en la frontera entre Nicaragua y Honduras sobre el rio Guasaule y otro en Honduras en la ciudad de Juticalpa sobre el rio del mismo nombre.
La operación Alfa / Charlie dura desde el 22 de noviembre de 1998 al 7 de abril de 1999. La Fuerza se traslada a centroamérica vía aérea y vía marítima con tres buques de la Armada: Galicia, Pizarro y Hernán Cortes.
Del REI 11 participa una fuerza de 8 oficiales, 13 suboficiales y 59 MPT del REI 11 al mando del comandante D. Joaquín González. Una vez en zona de operaciones se considera necesario crear un grupo operativo de máquinas con base en el RPEI n.12 de Zaragoza, quedando completada la UING Salamanca con un equipo de sanidad y un equipo CIMIC para el reparto de ayuda humanitaria.
El puente sobre el río Guasaule fue uno de los ochenta y tres destruidos o dañados por el Mitch, pero su situación estratégica era vital, era el más importante de Nicaragua, según un Ingeniero del Ministerio de Transportes nicaragüense. Por él circulaban seiscientos camiones diarios, el tráfico más intenso de Centroamérica. El puente del río Guasaule estaba situado a seis kilómetros de la localidad de Somotillo donde la Unidad de Ingenieros estableció su campamento. De ciento cincuenta metros de longitud y cinco tramos, había sido dañado el tramo final por el lavado del estribo y la caída del tablero al lecho del río. Para su reparación se optó por un puente Bailey clase 50 Doble-Doble reforzado de 35,52 kilómetros de longitud, para vehículos de tipo medio. El día 21 de diciembre se inicia su construcción y se finaliza el día 31. El 8 de enero de 1999 es inaugurado el entonces llamado Puente de la Solidaridad, en presencia de las máximas autoridades civiles y militares de Nicaragua y Honduras.
La sección de máquinas realiza trabajos de reparación y rehabilitación de la carretera que unen las localidades de Somotillo y San Pedro del Norte, con una distancia de cuarenta y un kilómetros y se realizó apoyo médico a diversas poblaciones de la zona, además de numerosas acciones de apoyo humanitario directo.
A mediados de enero, un Equipo de Reconocimiento marcha a Honduras con la misión de definir los trabajos a realizar por la UING en esta segunda fase de la Operación. Se opta por el tendido sobre el puente Chacón situado en Juticalpa y sobre el río del mismo nombre. Para su puesta en servicio se opta por un tendido similar al del río Guasaule y de igual clase, un puente Bailey clase 50 Doble-Doble reforzado de 36,57 metros de longitud. Fue necesario la construcción de un estribo de gaviones terminado en base de hormigón, así como la retirada del tramo caído sobre el río Juticalpa. El puente se hallaba en la carretera que unen las localidades de San Francisco de la Paz-Manto y San Francisco de la Paz-Gualaco. El 15 de febrero es iniciado el tendido, interrumpido por problemas en las obras necesarias para el apoyo del puente, a cargo de civiles hondureños. En abril es inaugurado en una importante ceremonia. Se dio apoyo médico a diversas poblaciones, junto con el análisis de aguas en beneficio de la Unidad y las poblaciones de la zona, coordinando acciones de apoyo humanitario directo.
El trabajo del Grupo Operativo de Máquinas fue realizado de forma muy similar en Nicaragua y Honduras. El deficiente estado de conservación de la red, su falta de señalización, el enorme grado de deterioro del parque móvil, la existencia de ganado en las proximidades de las rutas y la presencia en ellas de todo tipo de artilugios rodantes, tirados por personal, cabras, bueyes, etc. y en todo caso, carentes de cualquier tipo de señalización nocturna, fueron motivos para que los desplazamientos en vehículos y en especial en condiciones nocturnas, se consideraran el principal factor de riesgo de la misión. La gran circulación de vehículos, por ser una de las principales rutas de café y madera, generó constantes problemas con el barro, quedándose continuamente vehículos atascados en el mismo.
La escasez de material de aporte a los caminos, pocas canteras y de difícil acceso, e imposibilidad, de realizar ciclos correctos de transporte, al igual que el suministro de cemento, grava, madera de encofrar, etc. llegaban con mucho retraso. La gran distancia entre las zonas de trabajo y la zona de vida, de hasta cuarenta y dos kilómetros, la falta de medios y las condiciones climáticas, además del barro, que atascaba bastantes vehículos en los caminos, aumentaron considerablemente la dureza de la misión.
Los Equipos Médico, Veterinario y Farmacéutico, llevaron a cabo amplias tareas asistenciales durante toda la misión. Desde el primer momento de la llegada a Nicaragua se contactó con la Agencia Española de Cooperación Internacional. La AECI, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, canalizaba la ayuda a través de Cruz Roja Española. Ambas actuaban en fase de emergencia habiendo repartido siete mil trescientas ochenta y cuatro raciones familiares a la llegada del contingente, entre los distintos departamentos de la mitad Este de Nicaragua, quedándoles por atender los municipios de Chinandega más alejados de la capital y que coincidían con la zona de acción de la Unidad de Ingenieros, UING Salamanca. Por lo que en estos municipios de la zona más pobre y desfavorecida del país se cooperó con la distribución de seis mil trescientas ochenta y nueve raciones familiares en poco más de un mes, gracias al aporte de vehículos pesados y al personal que reforzó las entregas ayudando a la verificación de los censos.
En Honduras la ayuda alimenticia que se distribuyó fue donada por la Cruz Roja Española y la Agencia Española de Cooperación Internacional a través de sus almacenes en Tegucigalpa y distribuida por los medios de la UING Salamanca. Otro tipo de ayuda humanitaria de la AECI se centró en el transporte y montaje de grandes tiendas de campaña, tipo carpa, utilizadas como escuela en la que se montaron sus respectivos pupitres y sillas, en municipios muy alejados de la zona de actividad de la UING, como fue Moralica.
El Grupo de Apoyo de la UING procedió al montaje de depuradoras y grupos electrógenos en distintos puntos del país, destacando el montaje en los Hospitales de la Paz y Gualcince en Lempira. La labor diaria desarrollada, en la que participó el personal de la UING, demostró los efectos beneficiosos que proporciona el trabajo de Cooperación Cívico Militar.
A lo largo de seis meses, los tres Ejércitos conjuntaron sus esfuerzos en una operación humanitaria sin precedentes.