El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS) organiza este jueves, 21 de noviembre, el ciclo ‘Motores y Melodías: Especial Otoño 2024’ con el objetivo de aunar el arte musical con el mundo de la automoción para ofrecer a los visitantes una oportunidad especial para disfrutar del museo desde una perspectiva diferente.
El ciclo ‘Motores y Melodías’ contará con las actuaciones de dos agrupaciones musicales: Sinapsis: un dúo salmantino formado por Susana y Esther, cuyas interpretaciones abarcan desde el pop-rock de los años 80 hasta la actualidad. Han actuado en diversos espacios de Salamanca y Segovia, fusionando su pasión por la música y la psicología.
De Perdidos al Trío: está compuesto por Rocío Torío (voz), Jesús Bravo (teclados) e Inés Velázquez (bajo eléctrico y coros). Ofrecen un repertorio ecléctico que incluye versiones de The Beatles, Michael Jackson, Amy Winehouse y artistas actuales como Rosalía y Nathy Peluso.
Las actuaciones tendrán lugar a partir de las 19:30 horas en la sala de exposiciones temporales, con entrada libre y gratuita hasta completar el aforo, con la apertura de las puertas media hora antes del inicio de las actuaciones.
Paralelamente a la actividad musical, el museo acoge la exposición de acuarelas titulada ‘Le Mans: 101 años de pasión por la velocidad’, del artista Rafael Hernáez Aymat, la cual podrá contemplarse en la sala de exposiciones temporales hasta el 15 de diciembre de 2024.
La muestra, compuesta por 24 piezas, ofrece un viaje visual por los momentos más emblemáticos de las legendarias ‘24 Horas de Le Mans’, con escenas que capturan la esencia de los pilotos y vehículos que han marcado un siglo de historia del automóvil de competición. Entre las obras destacan representaciones de modelos icónicos como el Porsche 917, el Ford GT 40, y el reciente Ferrari Hypercar, además de otros hitos de las carreras, o los triunfos de pilotos españoles como Fernando Alonso y Marc Gené.
La exposición también incorpora vehículos históricos auténticos, como el SEAT 1400 A Comercial (1958) y el Citroën Rosalie Sports Tourer (1935), que complementan las acuarelas y permiten contextualizar la evolución técnica y estética del mundo del motor.
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