La superficie forestal arbolada quemada en Castilla y León entre el 1 de enero y el 11 de agosto alcanza las 1.483 hectáreas frente a las 12.572 de promedio en el periodo entre 2014 y 2023. Supone un 88 por ciento menos. Además, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio tiene contabilizados 523 incendios forestales en lo que va de año frente a los 985 de media que ha habido en la última década. De este número, el 77 por ciento se calificó como conato, ya que hubo 121 incendios de más de una hectárea.
El consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones aseguró hoy en Valladolid que los datos demuestran que la superficie arrasada por el fuego es “infinitamente menor” que en los últimos años por las circunstancias y las condiciones. Puso el ejemplo de 2002 que fue absolutamente catastrófico en materia de incendios forestales en la Comunidad y todo el mundo por las altas temperaturas, a la que se unieron vientos erráticos, tormentas secas y una humedad relativas del dos por ciento. “Fue la tormenta perfecta de incendios que los técnicos dicen que no son abordables e fuera de la capacidad de extinción”, añadió.
Con motivo de su visita a las instalaciones del Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid, Suárez-Quiñones también se refirió al “cambio radical” en la estructura del operativo de extinción y prevención. Señaló que ha cambiado de forma “muy profunda” tras los acuerdos en el Diálogo Social en 2022, con más medios públicos y contratados y el uso de la tecnología, lo que permite contar con un operativo con más capacidades. “La rápida detección del incendio y la rápida acción del operativo provocan que el daño medioambiental sea muy limitado, como ocurrió el domingo en el fuego de Portugal, que se acercaba de forma peligrosa hacia Castilla y León. De momento, se sigue trabajando por que hay un riesgo de reproducción”, aseguró.
En todo caso, demandó, según recogió la Agencia Ical, no bajar la guardia, por que aún queda mucho verano por delante. Abogó por que los castellanos y leoneses disfruten del medio natural al igual que los turistas que visitan la Comunidad aunque reclamó que haya un uso responsable del monte, con consejos que son de sentido común para evitar incendios forestales.