El sistema de transporte a la demanda de la Junta de Castilla y León se muestra como una solución innovadora e interesante para mejorar la movilidad sostenible en otras regiones de la Unión Europea. Así lo consideran desde la Dirección General de Acción por el Clima de la Comisión Europea.
La directora general de Transportes y Logística, Laura Paredes, y la directora general de Acción por el Clima de la Comisión Europea, Beatriz Yordi, se han reunido tras el interés que ha suscitado el transporte a la demanda a nivel internacional.
La directora general de Castilla y León ha explicado el funcionamiento del sistema de transporte a la demanda como forma de gestión del transporte que ha demostrado sus ventajas y utilidad en un escenario de baja densidad de población y dispersión geográfica, como sucede en Castilla y León, en la que el 80 % de la población vive en el 12 % de los municipios.
En el encuentro, celebrado la pasada semana, se puso también en valor el transporte a la demanda como una apuesta, en su momento pionera de la Junta de Castilla y León, por las políticas públicas dirigidas a fijar población en el territorio, siendo un elemento de discriminación positiva para el medio rural ya que, en un escenario de dispersión de población y baja densidad demográfica, se facilita que los habitantes del medio rural tengan las mismas oportunidades para acceder a servicios básicos (salud, educación, gestiones administrativas, ocio, entre otras) que los habitantes de las ciudades, lo que incide en que mantengan su residencia en estas zonas rurales.
La representante de la Junta explicó que el transporte a la demanda fundamentalmente está implantado en las zonas rurales menos habitadas y más alejadas de los núcleos de población más importantes, ya que en el resto de zonas rurales que no hay transporte a la demanda existe una masa crítica que justifica el servicio de transporte regular convencional.
Por último, incidió en que el ser accesible a cualquier sector de la población, lo convierten en 'transporte verde', al conseguir un menor consumo de combustible (85 % menos de kilómetros que un servicio regular) y, por lo tanto, menores emisiones de CO2 a la atmósfera (9,68 M kg de CO2 no emitidos) a través de vehículos adaptados al territorio y rutas adecuadas al usuario, con una duración media reducida de 20-30 minutos.
El transporte a la demanda en Castilla y León cuenta con 5.094 localidades atendidas, 1.965 rutas en servicio, 400 vehículos diarios, 1,2 millones de potenciales usuarios, (cifra que asciende a 4,88 millones desde su puesta en marcha) y más de 350.000 viajes en 2023.
Los más de 20 años de funcionamiento han demostrado la utilidad y ventajas, reconocidas nacional e internacionalmente, de este sistema de gestión del transporte que ha conseguido que los ciudadanos de las áreas rurales tengan las mismas oportunidades para acceder a los servicios que disfrutan los habitantes de las ciudades.
Ha servido de ejemplo a otras comunidades autónomas de España (La Rioja, Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Valencia…) que se han interesado. También ha suscitado gran interés en el ámbito de otros países de la Unión Europea como Polonia, Portugal, Hungría, Austria y Noruega.
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