La Junta de Castilla y León cree que los Presupuestos Generales de la Comunidad para 2025 pueden superar el primer gran examen de las Cortes, la enmienda a la totalidad, si bien los grupos de la oposición le exigieron que se presente el proyecto de ley y expresaron sus dudas sobre las intenciones reales del Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco, quien rechazó lecciones sobre pactos del PSOE de Luis Tudanca, y avisó de nuevo que no aceptará en la negociación cambiar votos por “privilegios”.
La sesión de control del pleno de las Cortes estuvo marcada por las preguntas referidas a las nuevas cuentas, una vez que las Cortes aprobaron a principios de mes el límite de gasto no financiero de 2025, conocido como techo de gasto que tiene un montante de 13.490 millones, un 3,82 por ciento más que el de este año. Fernández Mañueco, como el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, insistieron en que la Junta quiere que Castilla y León tenga “los mejores presupuestos” y que se aprueben con el “mayor respaldo posible”.
Al inicio, el presidente de la Junta aseguró que era “de risa” que el PSOE pretendiera darle “lecciones” sobre pactos presupuestarios, tras aceptar los indultos, la amnistía o el “cuponazo fiscal” para sus socios separatistas, después de que Luis Tudanca le afeara el acuerdo de PP y Vox en el Ayuntamiento de Burgos para suprimir las ayudas a entidades que trabajan con migrantes, algo que fue retirado tras una movilización ciudadana. “Creen más en la estabilidad que en la humanidad”, les reprochó el portavoz socialista para pedir que rompan sus pactos con Vox en los ayuntamientos.
Posteriormente, el presidente insistió en el llamamiento al “diálogo” y el acuerdo a los grupos en las siguientes preguntas. Así, al portavoz de UPL, Luis Mariano Santos, le agradeció que no presentara enmienda a la totalidad como “gesto de buena voluntad” y le anunció la aprobación del Plan de Fomento Territorial para Tierra de Campos en el próximo Consejo de Gobierno, si bien el ‘leonesista’ le pidió que deje de “marear la perdiz” y le aconsejó que convoque elecciones si no es capaz de aprobar los presupuestos, ya que sospechó no pretenden negociar, sino construir un relato.
En la misma línea, el procurador de XAV, a quien el presidente le agradeció su disposición al acuerdo, exigió corregir las desigualdades a través de las nuevas cuentas, a lo que Fernández Mañueco le advirtió de que no aceptará “votos por privilegios” e insistió en que pretende lograr el mayor consenso posible. También le anunció que el próximo jueves el Consejo de Gobierno aprobará la “nueva y moderna” residencia de Ávila, con 208 plazas y una inversión de 27 millones.
De la misma forma, el consejero de Economía y Hacienda volvió a animar a Vox, antiguo socio del PP, a sentarse a negociar con la Junta un acuerdo pensando en los intereses de Castilla y León, porque señaló de esa forma será más fácil alcanzar un pacto. Sin embargo, su portavoz adjunto, Carlos Menéndez, le reprochó que no hayan ni siquiera respondido al documento con las propuestas de su partido, condición que pusieron para participar en las reuniones. Sin embargo, Fernández Carriedo consideró que eran “genéricas” y que estaban diseñadas desde la sede nacional de Vox.
Finalmente, en la recta final de la sesión de control, el titular de Hacienda trasladó al procurador Francisco Igea que las nuevas cuentas, cuyo proyecto de ley sigue sin presentarse en las Cortes, podría superar la enmienda a la totalidad a la vista de la conversaciones con los grupos políticos de estos días. Su respuesta no convenció al exvicepresidente que instó al Gobierno de Fernández Mañueco a someterse a una moción de confianza o convocar elecciones si no es capaz de aprobar los presupuestos.
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