La directora general de Transportes y Logística, Laura Paredes, y varios representantes de la Región Centro de Portugal mantuvieron en Valladolid un encuentro destinado a la puesta en común de sus modelos de Transporte a la Demanda. Estas reuniones, según detallaron desde la Junta en un comunicado recogido por Ical, pretenden explicar que este sistema es “una solución innovadora e interesante para mejorar la movilidad sostenible también en otras regiones de la Unión Europea”.
En concreto, el transporte a la demanda en Castilla y León cuenta con 5.094 localidades atendidas, 1.965 rutas en servicio, 400 vehículos diarios, 1,2 millones de potenciales usuarios, una cifra que se eleva a 4,88 millones desde su puesta en marcha, y más de 350.000 viajes en 2023.
Al respecto, la directora general de Castilla y León explicó que esta forma de gestión del transporte “ha demostrado sus ventajas y utilidad en una zona territorial de baja densidad de población y dispersión geográfica, como Castilla y León, área en la que el 80 por ciento de la población se concentra en el 12 por ciento de los municipios”.
Además, Paredes incidió en que sus más de 20 años de funcionamiento demostraron la “utilidad y ventajas de este sistema de gestión del transporte”, que “ha conseguido que los ciudadanos de las áreas rurales tengan las mismas oportunidades para acceder a los servicios que disfrutan los habitantes de las ciudades”.
El transporte a la demanda está considerado por la Junta como una apuesta que en su momento fue “pionera por las políticas dirigidas a fijar población en el territorio”, además de un “elemento de discriminación positiva para el medio rural”. Este sistema, en un escenario de dispersión de población y baja densidad demográfica, facilita que los habitantes del medio rural tengan las mismas oportunidades para acceder a servicios básicos, como salud, educación, gestiones administrativas u ocio, que los habitantes de las ciudades, “lo que incide en que mantengan su residencia en estas zonas rurales”, detallaron.