“La realidad del campo a día de hoy es la incertidumbre por llegar a tu explotación y esperarte que no haya pasado nada”, asegura Conchita Hernández Escolar, ganadera en Chagarcia Medianero, “donde ya las pérdidas de animales es algo que no puede tolerarse”. Esta explotación terminó 2020 con cinco cochinos ibéricos muertos y 30 becerros desaparecidos y, este año, suma siete cochinos más, 15 becerros y una novilla.
Tocado por la pandemia, tanto el porcino ibérico como el toro de lidia, "no es soportable a esta situación además el trabajo diario de buscar crotales, hacer papeles y estar justificando frente a los técnicos responsables de valorar los ataques, la pérdida de animales", explica un comunicado de UCCL.
"Las indemnizaciones son media solución, ya que no incluyen el lucro cesante. Un control poblacional efectivo sería lo más necesario". Desde UCCL piden que se aborde esta cuestión tan importante para la supervivencia del sector ganadero con especial atención, ya que no es aislado el caso de esta explotación, puesto que tanto en esta zona de Salamanca como en la comarca de Vitigudino ya es alarmante el número de casos.