En la tarde del 19 de noviembre, vecinos del municipio salmantino de Barruecopardo avistaron una bandada de buitres que sobrevolaba una explotación ganadera y dieron aviso a la propietaria. Ésta se trasladó a la finca, pero nada pudo hacer por la vida de una vaca y el ternero, ya que las aves habían picado las partes blandas de ambos animales (ojos, lengua, ubres, vulva…) cuando la reproductora estaba pariendo. La ganadera afirma que ha insistido en llamar a los agentes medioambientales, pero “es imposible localizarlos”. Sin embargo, continuará en su intento para dar aviso a la Junta de Castilla y León, junto con ASAJA Salamanca, que elabora un censo para la Administración regional.
“Era la última vaca que tenía apartada para parir, y no he conseguido salvarla. En otra ocasión, me avisaron de los buitres y logré ahuyentarlos antes de que mataran a otra vaca y su ternero”, lamenta la propietaria de la explotación. “A esta, ni siquiera le han dejado acabar de parir”. Se calculan unas pérdidas de unos 1.500 euros, tan sólo valoradas en la vida de la vaca y el ternero, sin contar con el lucro cesante o el mantenimiento de los animales.
Una vez más, ASAJA Salamanca avisa de un nuevo ataque de unas aves que han cambiado su forma de alimentación por falta de comida en sus hábitats naturales. “Han pasado de carroñeras a depredadoras”, insiste la OPA. “No pueden atacar animales grandes ya que carecen de fuerza prensil en sus garras; por ello, aprovechan una debilidad, como cuando una reproductora está pariendo y no puede defenderse. Así, empiezan por las partes blandas hasta devorar por completo al animal”.
ASAJA Salamanca continúa manifestando estos hechos y vaticina que los problemas con los buitres no acabarán hasta que la Administración regional trabaje para subsanar la situación. Por este motivo, la OPA está recogiendo todos los hechos y elaborando un registro para presentarlo, junto a otras organizaciones, a la Junta de Castilla y León.