En un nuevo giro a la política agraria española, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este miércoles un real decreto que modifica la normativa sobre el sistema de información de las explotaciones agrícolas. La principal novedad es que se elimina la obligatoriedad del cuaderno digital de explotación, al menos hasta 2027.
Esta medida, fruto de las negociaciones con el sector agrario y de las movilizaciones de los últimos meses, busca dar mayor flexibilidad a los agricultores y ganaderos. A partir de ahora, aquellos que estén obligados a llevar un cuaderno de explotación por otras normativas, como las relacionadas con productos fitosanitarios o fertilizantes, podrán elegir si hacerlo de forma digital o en papel.
La entrada en vigor de esta nueva regulación se ha hecho retroactiva al 1 de julio de 2023, con el objetivo de evitar inconvenientes a los agricultores que ya hubieran iniciado el proceso de digitalización.
¿Por qué este cambio?
El Gobierno ha justificado esta decisión alegando que se trata de una respuesta a las demandas de los agricultores, quienes expresaron su preocupación por la complejidad y los costes asociados a la implementación del cuaderno digital. Además, se busca dar más tiempo al sector para adaptarse a las nuevas tecnologías y garantizar una transición suave hacia la digitalización.
¿Qué implica este cambio para los agricultores?
- - Mayor flexibilidad: Los agricultores podrán elegir la herramienta que mejor se adapte a sus necesidades y recursos.
- - Menor carga administrativa: Se reduce la burocracia asociada a la digitalización.
- - Más tiempo para adaptarse: Se otorga un plazo adicional para familiarizarse con las nuevas tecnologías.
¿Qué pasará a partir de 2027?
El futuro de la obligatoriedad del cuaderno digital de explotación aún está por definir. El Gobierno evaluará la situación en los próximos años y decidirá si mantiene el carácter voluntario temporal o si vuelve a imponer su uso obligatorio.
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