Ochenta chuletones de charolés, es decir, dos lomos altos completos, y otros cortes de carne es lo que se ha repartido entre el público asistente a Salamaq. Una cita que se ha convertido en toda una tradición en la feria y que, al tener un tinte solidario, ha contado de nuevo con gran aceptación. A primera hora de la mañana los organizadores mostraban al público las características de las carnes, los cortes que van mejor a cada tipo de cocinado y los distintos tipos de carne que se pueden obtener. A partir de las dos de la tarde comenzaban a cocinarse los chuletones y el buen olor era el mayor atractivo que iba haciendo que poco a poco la zona de la nave de charolés se llenara. Con tickets de 5 euros, destinados a la AECC, los visitantes pudieron disfrutar de la carne.
Esta ha sido una de las actividades que han protagonizado esta cuarta jornada de feria. Un lunes que ha resultado tranquilo, con un goteo constante de visitantes pero sin aglomeraciones ni colas que han podido disfrutar de las pesadas de animales, su preparación y diversas actividades complementarias como las catas y degustaciones de los productos ganaderos. Esta vez, en la carpa habilitada para ello, se han disfrutado platos de berrendas, morucha, churra, gallina castellana negra y gallina utrerana.