La Asociación de Ganaderos 19 de Abril expresa su máxima preocupación ante la última actualización en la estrategia de vacunación contra la lengua azul, que incluye en Castilla y León nuevas comarcas de vacunación obligatoria frente al serotipo 3 en las provincias de Salamanca y Ávila.
Si hace apenas unos días se establecía la vacunación obligatoria frente al serotipo 1 en las comarcas de Béjar, Ciudad Rodrigo, Guijuelo, Tamames y Sequeros, para todos los ovinos y bovinos mayores de tres meses y para las comarcas de El Barco de Ávila, Arenas de San Pedro, Candeleda, Piedrahíta, Navarredonda de Gredos, Navaluenga, Sotillo de la Adrada, El Barraco, Cebreros, Las Navas del Marqués y Ávila, para el serotipo 1 y 8, ahora vuelven a repetir todas ellas con la ampliación a vacunación obligatoria del serotipo. En Salamanca, por tanto, algunas comarcas deben, tras esta última actualización de este martes, vacunar frente a tres serotipos (1,3 y 4) y en el caso de Ávila, frente a cuatro (1, 3, 4 y 8). Este escenario es, cuanto menos, "una auténtica locura para los ganaderos".
Actualmente, no hay suficiente stock de vacunas para los serotipos 1 y 8, y se prevé que la disponibilidad del serotipo 3 siga la misma tendencia. Ante esta falta de vacunas, a finales de septiembre, el Ministerio y los Servicios de Sanidad Animal de las Comunidades, acordaron que para los movimientos de ovinos mayores de 3 meses y bovinos hacia zonas libres, y con destino distinto a matadero, se someta a los animales objeto de movimiento a pruebas PCR en los 14 días previos, teniendo ese resultado una validez de 10 días. Sin embargo, desde la plataforma creen que los laboratorios no tendrán la capacidad de asumir el volumen de trabajo que esto conllevará. "Esta situación deja en el aire cuándo podrán realizarse estas pruebas y cuánto tiempo deberá esperar el ganadero desde que las solicite, puesto que, se incrementarán las actuaciones tanto de veterinarios de la empresa EULEN como los de las unidades sufriendo en general todas las actuaciones, significativos retrasos. Por otro lado, los veterinarios libres, responsables de administrar las vacunas, están enfrentándose a una presión constante y sobrecarga de trabajo que complica, aún más, la situación".
Para los ganaderos, esta situación resulta "inasumible". El manejo extra del ganado, la aplicación de vacunas y sus consecuencias, los elevados costes asociados, la obligación de realizar pruebas PCR y la compleja logística que conlleva la vacunación suponen "una carga inasumible" para la actividad ganadera.
El panorama tampoco es "alentador", ya que la circulación de los distintos serotipos de lengua azul "no parece que vaya a parar". Es probable que más comarcas se vean afectadas en el futuro por los serotipos que actualmente están presentes en el país: 1, 3, 4 y 8.
Desde la Asociación de Ganaderos 19 de Abril temen que, una vez más, "las medidas de sanidad animal se estén diseñando sin pensar en su aplicación práctica y en las consecuencias para los ganaderos. Aunque todos apoyamos el objetivo de mantener una cabaña ganadera sana, es imprescindible que las actuaciones sean viables y aplicables en el día a día, algo que en estos momentos no parece estar ocurriendo. Los ganaderos necesitamos soluciones que garanticen la sanidad animal, pero que no acaben con la sostenibilidad de nuestras explotaciones".
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