Como quien dice, dos años después y como si el tiempo no hubiera pasado, este viernes, 3 de septiembre, se ha inaugurado una nueva edición de Salamaq, la feria agroalimentaria por excelencia que da inicio al curso ganadero y agrícola y que reúne a sus profesionales en una herramienta que la Diputación de Salamanca pone al servicio del sector primario.
Precisamente, varias fueron las autoridades presentes en esta inauguración, con el presidente de la Diputación Provincial, Javier Iglesias, a la cabeza, junto a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, Luis Planas, Ministro de Agricultura de España, y varios consejeros, diputados provinciales, alcaldes -entre ellos el de Salamanca, Carlos García Carbayo- y concejales.
El primero en tomar la palabra fue el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, quien destacó que Salamaq es una feria que desde la provincia charra se comparte con toda Castilla y León, y expresó que “no hay palabras” para definir la emoción que siente porque este evento vuelva a celebrarse de manera presencial y así reunir “a los profesionales del sector primario con la sociedad”.
Iglesias resaltó que esta feria, al celebrarse presencialmente, es una herramienta “valiente y útil” puesto que permitirá seguir dando valor al campo, a los agricultores y a los ganaderos y así dar visibilidad a un sector primario “al que tenemos muchísimo que agradecer”, puesto que su trabajo durante los meses más duros de la pandemia permitió que el mundo, aunque se paralizase, no colapsara.
Y es que el sector primario garantizó el suministro de alimentos, por lo que Salamaq es el lugar idóneo para hacerles el reconocimiento necesario pero, como también apuntó el presidente de la Diputación, “atender a sus demandas y ofrecer soluciones a las mismas”.
De hecho, Iglesias recordó que el mundo del campo depende de una renta agraria adecuada, y para ello es fundamental asegurar unos precios justos pagados a los productores así como una Política Agraria Común (PAC), que ha de establecerse a partir de 2023.
Por otra parte, el presidente de la Diputación dio las gracias al ministro de Agricultura por su interés a la hora de promulgar la Ley de Cadena Alimentaria, pero le reclamó que se vigile escrupulosamente el que se mantengan precios dignos y que la PAC tenga en cuenta los “verdaderos esfuerzos de los profesionales del campo” a la hora de definir sus líneas maestras, que deberán ser presentadas antes Bruselas antes de que acabe el año.
Igualmente, Iglesias mostró su apuesta por una ganadería sostenible, proponiendo una transición que no ponga en riesgo a los profesionales y recalcando que en la provincia salmantina ya se trabaja, desde hace muchísimos años, en una ganadería de este calado gracias a la dehesa. Un modelo productivo que se posee “desde hace siglos” y que ha de reconocerse en la PAC. De la misma manera, el presidente de la Diputación afirmó que estas explotaciones ganaderas charras permiten disfrutar de una de las mejores carnes del mundo “a la que no solo no debemos renunciar, sino que es base de una dieta realmente completa”.
Y es que el buque insignia de Salamaq 2021 será, un año más, la exposición de ganado, a la que los profesionales han traído sus “mejores ejemplares”, algo posible gracias al trabajo diario de la Diputación para que así sea.
Por último, Javier Iglesias aprovechó la presencia de Mañueco para pedir que la Junta estudie alternativas para aplicar la Ley de Montes y levantar los acotamientos de los pastos derivados de los incendios, algo que sería muy importante para los ganaderos afectados por los últimos fuegos de la Comunidad. El ejemplo que más afecta a Salamanca es el de San Felices de los Gallegos, tierra ganadera.
Una PAC a partir de 2023 y recuperar los niveles previos a la pandemia, los grandes retos del mundo agroalimentario
Tras él fue turno para Luis Planas. El ministro agradeció que se celebre esta feria, que será la primera de otros 12 grandes eventos que tendrán lugar en las próximas semanas en toda España relacionados con la agricultura y la ganadería, y reiteró que el mundo agroalimentario es el que ha permitido a nuestro país resistir en uno contexto poco favorable como es el de la pandemia.
Ahora, en un momento de optimismo por cómo se afronta el “futuro prometedor”, Planas agradeció que todos los implicados en el mundo rural se unan para cosas que son “necesarias”. Y es que el sector agroalimentario, que es “uno de los puntales de Castilla y León y de España”, que alimenta no sólo a nuestro país sino que también vende al exterior, lo que permite “ganar dinero”, tiene ante sí grandes retos.
El fundamental es recuperar los niveles de actividad económica y de empleo anteriores a la crisis, para lo que se antojan necesarios tanto el Plan de Resiliencia como los Fondos de la UE, de los que el Ministerio de Agricultura pretende dar la mejor aplicación posible para el ámbito agrario y ganadero.
Uno de los ámbitos en los que se trabajará con estos fondos será el de regadío, con tres grandes proyectos en Castilla y León. Planas destacó el “gran trabajo” de la Junta de Castilla y León, con un modelo basado en los Fondos FEDER que ha permitido multiplicar el regadío sostenible, lo que significa “empleo, riqueza, desarrollo y compromiso con el mundo rural”.
Pero quizá el gran reto que afronta España y sus comunidades autónomas es la PAC a partir de 2023. El ministro insistió en que todos los gobiernos están trabajando para desarrollar un Plan Estratégico Nacional que permita recibir las ayudas europeas a partir de dicho año, y alabó la colaboración de Castilla y León, que tiene un “peso importante”.
La Comunidad y España trabajan para construir puentes, y es que como reflejó el ministro, “hay 17 puntos de vista del futuro de la ganadería pero solo una España”, por lo que hay que dejar a un lado las “diferencias legítimas” para lograr “grandes acuerdos” y tener “la PAC que la clase media ganadera merece y necesita”.
Principalmente, con la misma se espera asegurar “umbrales de rentabilidad”, algo en lo que también se trabaja desde la aplicación de la Ley de Cadena Alimentaria, que permitirá crear valor en todo el conjunto de la cadena agroalimentaria. “Vamos a crecer produciendo más pero, sobre todo, creando más valor, particularmente ganadero”, sentenció el ministro, quien añadió que los esfuerzos hoy en día son inversiones de futuro.
El objetivo de la Junta, que ninguna explotación se quede sin ayudas
Finalmente, el encargado de inaugurar Salamaq y cerrar el turno de palabra fue Alfonso Fernández Mañueco, que lo primero que hizo fue tener un mensaje de ánimo para Aurelio Pérez, coordinador de COAG en Castilla y León hasta hace unas semanas y que hasta esta no se había perdido ninguna feria salmantina.
Tras el aplauso de la multitud, Mañueco recalcó que los caminos de la agricultura y la ganadería de todo el sur de Europa confluyen en Salamaq, que se han convertido en una feria no solo valiente sino segura, y que da buena muestra de “la importancia y la potencia” que tiene el Sector Primario en España, en Castilla y León y, como no, en Salamanca.
Un sector que puede ser punta de lanza en la lucha contra la despoblación y así garantizar el futuro rural “que en tiempos de pandemia ha dado la talla” y que continúa modernizándose y mejorando, convirtiéndose así en “más competitivo y sostenible”, ha proseguido el presidente, basando sus afirmaciones en unas cifras que continúan creciendo año tras año y con más rapidez en Castilla y León que en el resto de España.
“Esto se debe a la calidad”, aseveró, recordando que la Comunidad es líder en la producción de vacuno de carne, de cerdo ibérico y de leche de oveja, achacando estos resultados al gran trabajo de los profesionales agroalimentarios, a los que le garantizó su apoyo y el de su Gobierno.
Así, Mañueco anunció que las ayudas que ya se dan a las razas autóctonas y a la cría se complementarán con nuevas medidas que beneficiarán a las industrias, algo que se reconocerá en un decreto que se aprobará en las próximas semanas y que buscará potenciar los mercados agrarios en su origen, algo de lo que se beneficiará Salamanca porque será “un mercado de referencia”.
Mañueco aprovechó la presencia del ministro, al que agradeció el estar aquí, para recordarle su compromiso en una negociación “compleja y difícil” como es la de la PAC, y le mostró su apoyo para desarrollar ese Plan Estratégico que marcarán las bases de las ayudas a partir de 2023.
Eso sí, también fue reivindicativo y reclamó que la PAC hable de la garantía de las rentas, que apoye a los jóvenes productores y que no se olvide de las explotaciones basadas en la producción familiar y en el movimiento asociativo agrario que cada vez tiene más terreno, puesto que es la única forma de asegurar que la ganadería y la agricultura.
Igualmente, resaltó que la PAC tiene que cuidar a los ganaderos profesionales y que el nuevo pago redistributivo “tiene que identificarse con ellos”, por lo que las ayudas no pueden reducirse para las explotaciones más dimensionadas como son las de Castilla y León, porque es “restar apoyos”.
Por último, en cuanto a ecoesquemas, el presidente de la Junta apuntó que desde Castilla y León se ha contribuido en una propuesta aplicable a nivel nacional con un modelo sencillo y simple pero cuyas prácticas estén “remuneradas y resulten incentivadores y atrayentes”.
“Ministro, no podemos defraudar a los agricultores y a los ganaderos que esperan tener el mismo nivel de apoyo de la PAC”, advirtió Mañueco, pidiendo que la nueva política agraria común no produzca los desequilibrios tradicionales, apostando por el rejuvenecimiento del sector y por el apoyo a la mujer rural.
Todo ello garantizará que el mundo rural tenga futuro, algo que desde la Junta saben, motivo por el que se continuarán con las medidas específicas para jóvenes y mujeres y así como para todas las personas que viven en el mundo rural, para asegurar el desarrollo económico y social así como avanzar en la modernidad y en la calidad de vida.
Por último, Mañueco adelantó que esta edición de Salamaq “va a ser un éxito”.