Castilla y León contabiliza 370 incendios forestales desde que empezó 2024, de los que el 85 por ciento afectaron a menos de una hectárea, lo que supone cifras de superficie quemada “muy interiores” a la media de la última década.
“Hasta ahora, el balance es muy favorable. Llevamos, desde principios de año, en torno a 370 incendios forestales. No es que no haya incendios; los hay pero son incendios que, por la rápida actuación de un operativo potente, se apagan rápido. De hecho, el 85 por ciento no superan una hectárea y se consideran conatos”, destacó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
“El número de hectáreas quemadas es muy inferior a la media de los últimos diez años, cifras similares al año pasado, que fue también un buen año en esa materia. Hemos disfrutado de un mayo y un junio húmedos y de una primera parte de julio fresca. Ya vemos que ha dejado de ser fresco, se incrementen las temperaturas, la sequedad y, por tanto, el riesgo de incendios es mayor”, advirtió.
Alerta por ola de calor
Suárez-Quiñones, quien recordó que “termina hoy” la alerta especial por la segunda ola de calor del verano, valoró que la previsión apunte a que bajarán ligeramente las temperaturas este fin de semana, aunque incidió en que las alertas de la Agencia Estatal de Meteorología “son distintas” a las forestales. “En un incendio forestal no influye solo la temperatura, sino también la humedad y los vientos. Nosotros hacemos nuestras alertas ceñidas al estricto concreto parámetro del peligro o el riesgo de incendio forestal, que termina hoy”, comentó.
“Seguiremos evaluando técnicamente los parámetros de la semana que viene y haremos esas indicaciones. No es solo publicar una alerta. Hay unas limitaciones en el uso del monte y tenemos que ser responsables y equilibrados para hacer una gestión razonable”, concluyó.
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