"Leyes concretas y concisas que blinden la caza en Castilla y León". Es lo que exige Asaja Salamanca, que en una nota de prensa enviada este jueves ha lamentado la "debilidad" del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en alusión a la suspensión, de forma cautelar, que ha declarado del reglamento regional de caza.
Según la organización profesional agraria, que interpreta la suspensión como cesión ante la "presión de un grupo animalista", la caza es una "actividad legítima, esencial para la economía, la ecología y comprometida con la conservación medioambiental en Castilla y León".
“Gracias a la caza se controlan las enfermedades de los animales salvajes como el jabalí, que tanto afecta a la provincia salmantina, propagando tuberculosis a nuestras vacas”, ha asegurado Juan Luis Delgado Egido, el presidente de Asaja Salamanca.
Además, según destacan, la caza tiene un "importante valor para aportar medidas de prevención y control cinegético en fenómenos de riesgo sanitario como los derivados de enfermedades tan preocupantes como la mixotomatósis y la peste porcina africana".
Tras recordar que en algunos países europeos, "hasta el ejército y las fuerzas de seguridad están implicadas en el control de la fauna para evitar contagios", la organización agraria recalca "la importancia de un sector que debería contar con la protección indiscutible y sin que ningún grupo, paralelamente, pueda hacer una interpretación sin conocimientos de causa y hacer dudar a una institución, administración o entidad competente".
Tras expresar su apoyo a la Junta de Castilla y León, reitera que este tipo de prohibiciones también perjudican, "innegablemente, la economía de la región y de las familias vinculadas, directa o indirectamente, a esta práctica".
“Los que vivimos en el medio rural, tanto agricultores como ganaderos, tenemos grandes y graves perjuicios por la fauna salvaje incontrolada. No pretendemos acabar con una especie, sino evitar propagaciones de enfermedades; una realidad que olvidan ciertos ecologistas, los de sofá, los de las zonas urbanitas acomodas que no han pisado el campo ni saben cómo se vive en él, ni los destrozos que causan los animales salvajes. Se olvidan de que ya llegan algunos ejemplares a las ciudades y que muchos provocan graves accidentes de tráfico. Una sociedad que abandona al sector primario y el medio rural no tiene futuro”, ha añadido Juan Luis Delgado.